Hijo desobediente

El 19 de septiembre de 2005 el fallecido líder supremo Kim Jong-il, se comprometió a no construir armas nucleares a cambio de ayuda y cooperación para Corea del Norte. 

A cuatro años de su muerte y a 10 del acuerdo, su hijo y sucesor ha hecho caso omiso de ese pacto y confirmó que el reactor nuclear de Yongbyon ya es completamente funcional. El reactor es capaz de producir plutonio para la fabricación de bombas atómicas.

El régimen de Jong-un aseguró que su principal planta nuclear funciona a su máxima capacidad y cada día mejora la calidad y cantidad de sus armas nucleares. 

Kim Jong-un se siente confiado y a menos de un mes de que cesaran las tensiones en la frontera con Corea del Sur, ya le advirtió a Estados Unidos que está preparado para enfrentarlo. 

Bravucón o precavido

Las declaraciones alarmantes no son una novedad en Pyongyang. El gobierno de Corea del Norte ha amenazado en repetidas ocasiones a EU pero todavía existen dudas si la tecnología de sus misiles es suficientemente buena para dañar territorio estadounidense. 

El lunes Corea del Norte anunció que planea lanzamientos satelitales de prueba. El Consejo de Seguridad de la ONU prohibe ese tipo de lanzamientos, ya que son vistos como una manera de probar la tecnología balística de los misiles. 

El régimen de Kim Jong-un no ha dicho todavía cuando tendrán lugar esos lanzamientos pero se especula que tomarán lugar el 10 de octubre, para coincidir con el 70 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores. 

Las autoridades norcoreanas han asegurado que sus armas nucleares existen únicamente como una alternativa para defenderse y esas pruebas no serán una provocación.

Prioridades

Las prioridades del nieto de Kim Il-Sung, fundador del Partido de los Trabajadores en Corea del Norte son claras. Jong-un quiere desarrollar simultáneamente la economía y su programa de armas atómicas. 

Para el líder norcoreano la capacidad de dialogar al tú-por-tú con Washington no sería posible sin la posesión de armas de destrucción masiva. 

Jong-un y sus asesores creen que con un armas nucleares, su gobierno no tendrían que otorgar tantas concesiones a la hora de negociar el desarrollo económico de su país con naciones que desaprueben su metodología comunista.

China, principal aliado de Corea del Norte, exhortó a mantener la calma, pero confirmó que también considera una provocación innecesaria el lanzamiento de misiles en las celebraciones del próximo octubre.