Iberdrola, ¿una crisis energética lejos de México?
Con el fin de evitar un alza en los precios de luz y gas, el presidente mexicano busca que la iniciativa privada no controle al sector como sucede en España, donde el problema se origina con las importaciones internacionales, una situación que ese país debe abordar con mayor infraestructura para generar energías renovables
Fernanda MuñozEn España, la mayor parte de su población ha venido enfrentando un problema desde hace tiempo. Los precios a pagar por los servicios de electricidad han ido en ascenso, lo cual ha ocasionado una crisis energética en todo el Estado y en su principal empresa distribuidora: Iberdrola.
Observando ese panorama, en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que quiere evitar una situación como la del país europeo, a través de uno de sus proyectos más ambiciosos: una propuesta de reforma constitucional para el sector energético.
Para evitar que la iniciativa privada tenga el poder en el sector eléctrico, el presidente López Obrador busca darle sólo el 46 por ciento de maniobra
Con este proyecto, del cual aún se espera su aprobación en el Congreso, el mandatario pretende que la iniciativa privada no controle en su totalidad al sector, dejándole un 46 por ciento de maniobra, mientras que el Estado el 54, el cual lideraría la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Según el morenista, el control de las empresas en el sector eléctrico en España ha sido la principal causa del aumento de los precios en el servicio, por lo que pretende evitar ese caso lo más que pueda.
Al respecto, es el doctor Israel Solorio, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM y especialista en política energética, quien opina que con esta afirmación el jefe de Estado mexicano hace una simplificación del debate en España con algunos elementos acertados y otros no tanto.
Según explica, el verdadero origen del problema de los costos eléctricos se basa en dos puntos fundamentales: los altos precios internacionales del gas, de donde las empresas españolas obtienen el suministro a través de importaciones, y del mercado de CO2 en Europa.
Respecto al segundo factor, el doctor detalla que en el mercado eléctrico en España, al permitir primero el ingreso de las fuentes más baratas, que generalmente son las renovables y la nuclear, y luego las centrales de ciclo combinado de carbón, éstas tienen que vagar en el mercado del CO2 por las emisiones que generan, lo que al final ocasiona un aumento en la tarifa eléctrica.
“Entonces, ¿en qué sentido el presidente Andrés Manuel tiene razón? En el que la forma en la que opera el mercado eléctrico, que es un mercado de competencia, hace que haya menos control sobre las fuentes que ingresan al sistema, y entonces esto es lo que hace que, por ejemplo, Iberdrola haya apostado por gas natural dado que los costos en el momento le parecieron las mejores opciones de inversión, pero que a largo plazo puede tener repercusiones como en este caso, porque depende del gas importado”, resalta.
En ese sentido, el especialista asegura que el problema en parte sí tiene que ver con un mercado eléctrico donde no hay una fuerte intervención del Estado; sin embargo las normas operan a partir del mercado, y esto es lo que ha generado altos costos en España.
Desde esa perspectiva, Solorio agrega que, ante la situación que enfrenta el Estado europeo, una vía para solucionar la crisis es la construcción de infraestructura que permita mayor abastecimiento de gas en ese país, como ya lo tiene planeado la Unión Europea.
“Otra de las apuestas que no solamente dependen de España, sino en general del bloque europeo, es la construcción de infraestructura para la importación de energía renovable”, detalla el doctor, enfatizando que esta vía puede reforzar su seguridad energética.
Así también, apunta que para buscar una solución, España tiene que tratar de conciliar con sus socios, lo cual implicaría generar una colaboración con países como Francia y Alemania, a fin de tratar de disminuir el precio de sus servicios.
La herencia del caso español
A diferencia de México, en España las empresas han liderado por más tiempo el sistema eléctrico, lo que al final ha arrojado errores y aciertos que países como la nación azteca pueden tomar para su propio desarrollo.
El doctor Israel Solorio apunta desde esa perspectiva que el caso español puede dar muchísimas lecciones, sobre todo porque el mercado mexicano está tratando de revertir este modelo de competencia por el que España ha apostado ya desde hace varios años.
Por ello, deja en claro que hay que poner atención a su Déficit de Tarifa Eléctrica, que son los costes asociados al sistema eléctrico, y el cual ha significado un problema que ha venido arrastrando el Estado europeo aproximadamente desde inicios del siglo XXI.
De ese modo, se espera que, en caso de aprobarse en el Congreso la propuesta de reforma constitucional para el sector energético del presidente Andrés Manuel, las autoridades mexicanas continúen tomando nota de cómo avanza el tema en España, a fin de evitar una crisis similar.