La región quiere tolerancia

La tolerancia se esparce cada más por el continente y hay países latinoamericanos que son ejemplo de ello.

Un estudio reciente hecho por el Pew Research Center revela que en Argentina y Chile la porción de la población que piensa que la homosexualidad es “moralmente inaceptable” es apenas de 27 por ciento y 32 por ciento, respectivamente.

El centro, ubicado en Washington, muestra que en estas naciones hay más tolerancia hacia los homosexuales que en países desarrollados como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

"Uno no puede negar la profunda raíz religiosa de muchos de nuestros países latinoamericanos y con eso no se puede hacer nada, son países muy practicantes de la religión y ahí hay un foco fuerte de discriminación"
Mauro BasaureSociólogo de la Universidad Andrés Bello de Chile
https://www.youtube.com/watch?v=zlBrVNJNu4U

La tolerancia se esparce cada más por el continente y hay países latinoamericanos que son ejemplo de ello.

Un estudio reciente hecho por el Pew Research Center revela que en Argentina y Chile la porción de la población que piensa que la homosexualidad es “moralmente inaceptable” es apenas de 27 por ciento y 32 por ciento, respectivamente.

El centro, ubicado en Washington, muestra que en estas naciones hay más tolerancia hacia los homosexuales que en países desarrollados como Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

Los países de América Latina que siguen a los argentinos y chilenos son Brasil y México, donde el porcentaje de la población que no los acepta es, respectivamente, de 39 por ciento y 40 por ciento.

Sociólogos entrevistados por Reporte Indigo expresan que el Día Nacional Contra la Homofobia, que se celebra mañana en México por primera vez, es un gran paso para seguir los pasos de Chile y Argentina en el camino hacia la tolerancia.

El rol de la religión y la educación

Los países latinoamericanos con mayor tolerancia y apertura son aquellos en los que la Iglesia Católica tiene menos injerencia en la vida pública, explica Mauro Basaure, profesor de la Universidad Andrés Bello, de Chile. 

“Donde la vida religiosa está menos presente en la vida de las personas, hay mayor aceptación”, afirma el académico.

“En Chile ha sufrido un quiebre la Iglesia Católica, básicamente porque hay muchos escándalos sexuales de pedofilia. La Iglesia se ha desprestigiado enormemente y con ello la gente reorienta sus percepciones”.

El sociólogo señala que mayor acceso a la educación y medios de información también promueve la aceptación. 

“Hay un cambio cultural que tiene que ver con los medios, el Internet”, indica, “que lleva a una especie de cultura universalizada, que es la de los derechos humanos.

“Es por eso que las personas que tienen más acceso a la educación, más acceso a la información son también los que más aceptan la homosexualidad”.

Basaure destaca que en Chile, Brasil y Argentina, los medios “normalizan” la homosexualidad, pues telenovelas y programas incluyen personajes gay, algo poco común en México.

“Mucho más efecto que la política es el hecho que en televisión aparezca un artista muy reconocido besando a otro hombre, y que en las teleseries famosas aparezca una pareja homosexual”. 

Políticos aliados

No está en el sondeo, pero rankings mundiales califican a Uruguay como el país “más gay friendly de Latinoamérica”.

 Esto se debe a que el movimiento Diversidad Sexual formó una alianza con el partido Frente Amplio, que gobierna Uruguay, para luchar contra la discriminación en todas sus formas, detalla Diego Sempol, historiador uruguayo.

“Este diálogo fructífero permitió una transformación pionera en el contexto latinoamericano”, apunta. 

“Cada vez existe más consenso en el Frente Amplio sobre que las formas de dominación no solo implican la variable de clase, sino también la de género, etnia-raza y orientación sexual e identidad de género”.

Sempol subraya que para que otros países avancen, los colectivos LGBT deben trabajar más en una agenda política.

“(Falta) mayor capacidad de movilización del movimiento de Diversidad Sexual y un escenario político favorable, donde los partidos progresistas incluyan dentro de sus propuestas políticas, las demandas de este movimiento democratizador”.

Obstáculos en México

El 36 por ciento de la población mexicana ve la homosexualidad como “moralmente aceptable” y el 15 por ciento ya no lo ve como un problema moral. 

“Sí existe voluntad de algunos políticos o personas que toman decisiones”, reconoce Rubén Maza, director de Comunidad Metropolitana (Comac).

“Pero existe mucha homofobia institucionalizada, o sea, hay muchos intereses políticos adicionales como, por ejemplo, se acercan las elecciones y los grupos conservadores o con influencia religiosa apoyan a determinado candidato”.

El activista precisa que el Día Contra la Homofobia habla de  mayor apertura política, impulsada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). 

Sin embargo, considera que en el país vive fraccionado, pues las leyes dependen de cada uno de los estados.

“Hay que luchar por lo que te corresponde, no es algo que pidas como un favor. No son los ciudadanos heterosexuales y los homosexuales, la ley dice que todos somos iguales”.

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