Los retos de Liz Truss, la nueva encargada del Brexit en Reino Unido

Luego de ser nombrada la nueva encargada del Brexit, Liz Truss tendrá que enfrentar diferentes desafíos, entre ellos el buen desarrollo del Protocolo de Irlanda y la entrega de licencias a pesqueros franceses, quienes detuvieron sus labores con la salida del Reino Unido del bloque europeo; tareas que la británica podrá solucionar gracias a su experiencia
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Desde hace cinco años, Reino Unido ha tenido que enfrentar uno de los retos más destacados de su historia: su retiro de la Unión Europea a través del Brexit, un acuerdo que fue representado desde un inicio por el ministro David Frost, pero que hoy en día encabeza otra persona, Liz Truss.

Se trata de Elizabeth Truss, una de las funcionarias más significativas del gobierno británico, incluso antes de la llegada del primer ministro Boris Johnson al 10 de Downing Street.

Hasta el pasado 18 de diciembre, Truss sólo se enfocaba en los asuntos de la política exterior británica, pero tras la renuncia de Frost, la administración de Boris le agregó esa tarea a su lista de deberes, convirtiéndola en uno de los elementos más importantes de su equipo.

Según la prensa nacional, Frost decidió dejar de ser el principal encargado de manejar la era pos-Brexit debido a tener múltiples diferencias con Johnson, sobre todo en lo que respecta a sus prevenciones para controlar la pandemia por coronavirus, como la implementación del certificado de COVID-19 y el confinamiento, a las cuales David llamo “medidas coercitivas”.

Gracias a su buena relación con el gobierno irlandés, se prevé que a Liz Truss no se le dificulte el avance del Protocolo de Irlanda

Para la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista y académica de la Universidad La Salle, la elección de Truss como la nueva responsable del Brexit fue la decisión más adecuada si se toma en cuenta su experiencia y conocimientos, los cuales la han llevado a demostrar que es una fuerte defensora de los intereses británicos.

“Eso hace que ella pueda actuar defendiendo los derechos de sus connacionales, pero a su vez manteniendo buenas relaciones no sólo con la Unión Europea, sino a nivel internacional”, dice la catedrática.

A su vez, Marta Ochman, especialista en política europea e investigadora del Tecnológico de Monterrey, agrega que Truss es indudablemente una persona con muy bien perfil, ya que a lo largo de su carrera ha negociado distintos acuerdos con diferentes países, permitiéndole tener todos los antecedentes que requería el relevo de Frost.

De acuerdo con ella, entre los retos que Truss tendrá por delante para tratar de mantener una buena época pos-Brexit a cinco años de su acepción nacional gracias a un referéndum, es primordialmente el Protocolo de Irlanda, el cual no ha logrado concretarse del todo a pesar de que se podía aplicar desde el primero de enero de este año.

Dicho acuerdo forma parte de las negociaciones a las que llegó la Unión Europea con Reino Unido tras su salida del bloque, y en el cual, entre otras cosas, se destaca la importancia de evitar una frontera física entre la República de Irlanda, que es territorio del club europeo, e Irlanda del Norte, que pertenece a los británicos.

El poco avance del protocolo se ha dado por la falta de interés que algunos políticos británicos del Partido Unionista Democrático (DUP) le tienen al acuerdo, por lo que piden implementar el Artículo 16 del mismo, el cual podría dejar de lado los convenios entre Reino Unido y la Unión Europea, y con ello forjar una frontera dura entre las dos Irlandas.

Pero además del reto que implica el Protocolo de Irlanda, otro de los desafíos que tiene Truss por delante para llevar por buen camino a su Estado tras el Brexit, es llegar a una relación estable con Francia, específicamente en temas como la migración y la pesca.

En el rubro pesquero, por ejemplo, los pescadores franceses están en espera de recibir de parte del gobierno británico sus respectivas licencias con las cuales puedan trabajar en su territorio; un requerimiento que trajo consigo la salida de Gran Bretaña del bloque.

Para la especialista Marta Ochman, estos temas podría abordarlos sin mayores dificultades Liz Truss, principalmente por la buena relación que ya tiene con el gobierno irlandés, así como con Francia.

Sin embargo, es con el territorio del presidente Emmanuel Macron con el que la funcionaria británica podría tardarse en conciliar los intereses bilaterales, pues, según la académica, el jefe de Estado francés podría endurecer su perfil de cara a las próximas elecciones generales, en las cuales busca demostrar mayor interés en la estabilidad de sus ciudadanos.

Se espera que la funcionaria británica enfrente los retos que ha traído consigo el Brexit a través de una actitud conciliadora para evitar conflictos en la región

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Necesario un perfil conciliador de Truss

Para saber controlar los retos que ha traído consigo el Brexit, principalmente en lo relacionado al Protocolo de Irlanda y la relación con otros Estados de la región, se espera que Liz Truss no sólo se presente como una funcionaria en busca de alcanzar exclusivamente los intereses de su nación, sino con un perfil conciliador a fin de evitar problemas regionales.

En entrevista, la maestra Soto Castañeda apunta que lo mejor que puede hacer Truss en ese sentido es ser perspicaz y generar excelentes negociaciones con cada uno de los involucrados en la relación con Reino Unido tras su salida del bloque europeo.

“Por lo tanto, Truss debe hacer un buen planteamiento cuidando los intereses británicos, pero a su vez estableciendo fuertes vínculos con todas las sociedades dejando una apertura en cuanto a las negociaciones”
Norma Soto CastañedaInternacionalista y académica de la Universidad La Salle

Así también, remarca que Liz debe presentarse a favor de la cooperación y con la mejor disposición de llegar a acuerdos que favorezcan a todos los involucrados sin ningún problema, “y sobre todo, debe escuchar los planteamientos que le esté haciendo la contraparte”.

En ese sentido, se prevé que, tras darse a conocer su nuevo deber como representante de la era pos-Brexit, Liz Truss no demore en exponer el avance en su relación con la Unión Europea y la dos Irlandas, así como con Francia y sus trabajadores con ansias de continuar laborando en su territorio.

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