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A 596 días de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos (EU), el juego para ganar la Casa Blanca ya comenzó.
Con su destape, el senador republicano de Texas Ted Cruz comenzó ayer con la carrera presidencial en un evento en el que apeló al ala conservadora del partido, a los cristianos evangélicos y a los simpatizantes del “Tea Party”.
“Hoy (ayer), estoy anunciando que contendré por ser presidente de los Estados Unidos. Es tiempo para la verdad, es tiempo para la libertad, es tiempo para reclamar la Constitución de Estados Unidos”, expresó el legislador.
“Creo en ustedes. Creo en el poder de millones de valientes conservadores levantándose para reencender la promesa de América”.
Pero Cruz se enfrentaría a al menos doce contrincantes de su propio partido, quienes podrían afrontar una larga y combativa contienda interna, según analistas.
Esto contrasta con la situación de los demócratas, donde Hillary Clinton lleva la delantera sobre sus dos rivales más cercanos: el actual vicepresidente Joe Biden y la senadora progresista Elizabeth Warren, quien asegura que no contenderá.
Hillary llega con ventaja
Pese a los recientes escándalos sobre la opacidad en el manejo de su correo electrónico mientras era secretaria de Estado, Clinton llega con ventaja a la contienda presidencial.
CNN publicó la semana pasada una encuesta que muestra que la ex primera dama tiene al menos 10 puntos porcentuales de ventaja sobre cada uno de los presidenciables republicanos.
Rand Paul, senador de Kentucky, es el republicano que más cerca está de Hillary, pues 43 por ciento de los encuestados dijeron que votarían por él contra un 54 por ciento que preferiría a Clinton.
Además, el sondeo señala que más del 62 por ciento de los demócratas quieren que ella sea la abanderada del partido y 68 por ciento considera que, con ella como candidata, los demócratas conservarán la Casa Blanca.
Este liderato ocurre pese a las polémicas que han golpeado a Clinton, como el uso de su correo privado mientras era titular del Departamento de Estado y los donativos de gobiernos extranjeros que ha recibido la Fundación Clinton.
“Hay una buena razón para pensar que un escándalo tiene un efecto mucho menos pronunciado a nivel presidencial”, escribió el analista Larry Sabato en Politico, “para empezar, la mayoría de las elecciones a la Casa Blanca giran en torno a asuntos macro, como la economía y la guerra.
“Y los votantes de forma instintiva se percatan de que los pecadillos personales pierden importancia”.
La muchedumbre republicana
Al lanzar de forma temprana su contienda, Ted Cruz espera aventajar a más de una decena republicanos que intentan ser presidentes.
Pero, según la encuesta de CNN, apenas 4 por ciento de los republicanos quieren que Cruz sea el candidato de su partido.
Los líderes del partido conservador son el exgobernador de Florida Jeb Bush, con 16 por ciento; el gobernador de Wisconsin Scott Walker, con 15 por ciento; el senador Rand Paul, con 12 por ciento, y el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, con 10 por ciento.
“El panorama del 2016 está formándose para ser muy diferente y más grande”, publicó The New York Times, “aparentemente cada semana un nuevo republicano sugiere que él o ella está considerando contender”.
El anuncio de Cruz además trae un dilema para los republicanos: escoger un candidato conservador que apele a las bases republicanas o uno moderado que tenga posibilidades de ganar la elección general.
“La candidatura de Cruz jugará un rol clave en las primarias republicanos como spoiler e influencia, pues forzará a los favoritos, como Jeb Bush y Scott Walker, a confrontar las preferencias del ‘Tea Party’ en migración, matrimonio gay y programas de beneficencia social”, reportó LA Times.
¿Quién es Ted Cruz?
> Senador por Texas, electo en 2013. Ha sido su único cargo de elección popular.
> Nació en Calgary, Canadá, hijo de madre estadounidense y padre cubano.
> Representa al ‘Tea Party’, una de las alas más conservadoras de su partido.
> Es cristiano evangélico.
> Se le atribuye la autoría del ‘shutdown’ del gobierno en el 2013.