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Podemos pierde el rumbo

El Partido Socialista Obrero de España (PSOE) y el Partido Popular (PP) se han alternado la presidencia desde el final de la dictadura de Francisco Franco. 

Según la tradición democrática española, es momento de que el PSOE vuelva al poder. La gestión de Mariano Rajoy no ha sido exitosa y parece, esta vez, que el PP tendrá que decirle adiós al gobierno después de sólo cuatro años. 

"Somos realistas, creo que no estaríamos en condiciones de liderar un gobierno en nuestro país. Lo que tenemos que hacer es trabajar muy duro”
Carolina Bescansa, co fundadora de Podemos
Podemos ha comenzado a organizar asambleas locales para recabar propuestas para el programa electoral que presentará a fin de mes. Esto será decisivo para saber si el partido ha perdido o no la capacidad de movilizar a sus seguidores

El Partido Socialista Obrero de España (PSOE) y el Partido Popular (PP) se han alternado la presidencia desde el final de la dictadura de Francisco Franco. 

Según la tradición democrática española, es momento de que el PSOE vuelva al poder. La gestión de Mariano Rajoy no ha sido exitosa y parece, esta vez, que el PP tendrá que decirle adiós al gobierno después de sólo cuatro años. 

El PSOE y el PP normalmente duraban más tiempo antes de alternarse, pero España está cansada de la crisis económica, el estancamiento, la corrupción y, aparentemente, de sólo tener dos opciones.

En 2014, la respuesta más contundente a esa apatía por los partidos tradicionales parecía venir de una nueva formación ciudadana: Podemos, partido liderado por Pablo Iglesias, un ex presentador de noticias y politólogo – no político – de 36 años.

Durante las elecciones europeas de mayo de 2014, el primer sufragio en el que contendían después de su fundación, Podemos obtuvo casi el ocho por ciento de los votos y cinco sitios en el Parlamento Europeo. 

Podemos fue el cuarto partido más votado en el país y rápidamente se convirtió en el segundo con más afiliados. Además, logró hacer sinergia con otros partidos de izquierda. 

Por un breve momento, Podemos fue el partido número uno en las encuestas que miden la intención de voto de los españoles.

Sin embargo, el partido de Pablo Iglesias tuvo un muy mal resultado en las elecciones catalanas de noviembre de 2014 y esto provocó que los miembros de la formación y sus seguidores se desanimaran. 

Las elecciones del pasado mes en Cataluña evidenciaron claramente que Podemos no sólo había perdido fuerza, sino que había sido desplazado de la tercera posición por otro partido de reciente creación: Ciudadanos, liderado por los catalanes Albert Rivera e Inés Arrimadas. 

Los dos líderes de Ciudadanos son también jóvenes que no eran políticos, pero, al contrario de Iglesias, conviven con ideas de centro-derecha. 

El líder de Podemos se había caracterizado por hacer declaraciones controversiales y señalar directamente los errores del gobierno de Rajoy. 

Al tiempo que él y su partido ganaban adeptos, su discurso se moderó y esto le restó credibilidad entre los votantes.  

Además, Iglesias apoyó abiertamente al independentismo catalán y también al vasco, que lo acercó peligrosamente a ETA. Podemos echó campanas a volar y predijo que dominaría las elecciones del pasado septiembre en Cataluña. Eso no sucedió. 

Sí se puede

A dos meses de la elección general, Pablo Iglesias aseguró que su partido ha cometido errores y presentará una estrategia que, no sólo buscará captar el voto de las izquierdas, sino también el de los indecisos – perseguidos también por Ciudadanos y PSOE – para lograr tener una mayoría. 

Miles de españoles han respondido bien ante una hipotética alianza entre PSOE y Podemos, pero Iglesias no ha hecho un pronunciamiento oficial al respecto. 

El génesis de su partido está todavía muy ligado a un desmarque de las fuerzas políticas tradicionales y una posible alianza con PSOE podría quitarle aun más credibilidad. 

Podemos presentará su proyecto electoral a finales de octubre y su liderazgo ya adelantó qué elementos cubrirá la plataforma. 

Garantizar rentas mínimas, anular la reforma laboral, auditar la deuda y su reestructuración son algunas de las propuestas. Todas populares entre los seguidores de Podemos. 

Además, con el objetivo de generar entusiasmo en sus seguidores, varios representantes de Podemos han desestimado las encuestas que los ubican detrás de Ciudadanos en las preferencias electorales y las han llamado ‘propaganda electoral’. 

Iglesias confía en revivir la popularidad de su partido en la recta final de la elección presidencial y confirmó que el 20 de diciembre, su partido saldrá a ganar las elecciones. Pero los analistas, las encuestas e incluso su compañera de partido, Carolina Bescansa, auguran una derrota para Podemos. 

Izquierda desunida 

Alberto Garzón, dirigente del partido Izquierda Unida (IU) declaró recientemente su desencanto con Podemos, después de que Pablo Iglesias diera el ‘no’ definitivo a una alianza con IU para la elección general. 

Garzón competirá en los comicios primarios del 22 al 26 de Octubre en Madrid representando al partido de reciente creación, Ahora en Común. 

El objetivo principal de Ahora en Común fue, en su momento, servir de puente para lograr una coalición entre Podemos e IU, para sumar fuerzas y buscar la presidencia. 

El objetivo no se logró y la falta de acuerdos ha provocado que antiguos aliados compitan entre sí. 

En Madrid, por ejemplo, Garzón se enfrentará a Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Abierta, partido surgido de IU y a José Antonio Andrés, candidato de Ahora por la izquierda, y quien también formaba parte de IU.

Cabe destacar que Izquierda Unida perdió su registro en Madrid y esa es la razón por la cual sus ex miembros ahora compiten representando a otras formaciones políticas. 

Aliarse con el pasado

Al otro extremo, el PP ha perdido fuerza y se especula sobre una posible alianza con Ciudadanos para poder gobernar, en caso de ganar la elección de diciembre. 

Habrá que esperar la respuesta de Ciudadanos, un partido que si bien tiene coincidencias con el PP, surgió, al igual que Podemos, en contraposición a los partidos y las formas tradicionales. 

En España hay hoy cuatro fuerzas políticas claras: el PP, el PSOE, Ciudadanos y Podemos, pero también otros partidos que están dividiendo los votos. Esto hace ver cada vez más lejana, la posibilidad de que la hegemonía bipartidista pueda terminar el próximo 20 de diciembre. 

Lo predicción más clara es que en España no habrá mayorías absolutas. 

Encuestas recientes dan por muerto al PP de Rajoy y ponen a la cabeza al PSOE, pero éste no podrá gobernar solo y tendrá que buscar una alianza. 

De darse ese resultado y confirmarse ese tipo de alianzas, la justificación central para la existencia de Podemos y Ciudadanos quedará en el olvido. 

Su popularidad sólo habrá ayudado a hacer más atractiva la contienda sin poder alejar del poder a los políticos que deseaban desechar con su discurso ciudadano. 

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