Más sabe el diablo por viejo, y bien lo saben los demócratas. El partido estadounidense busca de nuevo a Bill Clinton para usarlo de salvavidas.
El expresidente, que parecía realizar apariciones más como un símbolo que como una figura política, tiene ahora el rol de salvador en la competencia de las elecciones de medio término, por la mayoría en el Congreso.
Además, a largo plazo, puede servirle a su esposa, Hillary, en su candidatura a la presidencia “Aunque Clinton no tenga una lista extensa de eventos con los demócratas, los estrategas del partido notan que ha ayudado a amigos y compañeros en elecciones pasadas”, informó RealClear el pasado febrero.
Y asimismo se espera que lo haga en las elecciones de medio término, que se celebrarán en noviembre. Pues Clinton siempre interviene cuando los “demócratas se enfrentan a probabilidades políticas empinadas”, agregó el medio.
Mismo futuro que divisan con su popularidad debido a los resbalones del presidente Obama. Estos les han costado caro a los demócratas, y ahora predicen una derrota en las midterms.
Republicanos a la alza
“Los demócratas se enfrentan a obstáculos serios cuando ven hacia las elecciones de noviembre, con el índice de aprobación del presidente Obama en picada y la mayoría de los electores diciendo que prefieren un Congreso en manos republicanas para que revisen la agenda del presidente”, publicó The Washington Post el pasado 28 de abril.
En una encuesta realizada por Washington Post/ABC News, se estudió la aprobación del mandatario estadounidense y el posible resultado de las próximas elecciones.
Con 41 por ciento de aprobación, el mandatario presenta su índice más bajo en las encuestas de la prensa estadounidense desde que asumió el cargo.
“La valuación tan baja de Obama puede ser un estorbo para los candidatos demócratas este otoño – elecciones pasadas sugieren que cuando los índices son tan bajos como los de Obama, es casi seguro que el partido del presidente sufra en las urnas”, indicó The Washington Post.
Esto no significa que los demócratas estén enterrados. Según lo resultados de la encuesta, un 40 por ciento de los estadounidenses confían más en los demócratas para manejar los problemas del país.
Pero el miedo a perder la mayoría en el Congreso sigue tangente en las líneas demócratas. Y Bill Clinton es el comodín de rescate.
Su poder es tal, que los republicanos están conscientes del gran poder de los Clinton en la política del país.
“Puede que sea una fantasía pensar que Bill Clinton consideraría este tipo de rol decisivo en las midterms, pero debería”, afirmó el consultor político Robert Shrum en The Daily Beast, el pasado 14 de abril.
“Dejen que Bill lo haga”, añadió Shrum.