Rescate contra reloj
Treinta personas están desaparecidas tras los sismos que sacudieron al norte de Japón. El Primer Ministro nipón aseguró que salvar la vidas de sus ciudadanos es su prioridad
Indigo StaffJapón trata de sobrevivir a los desastres naturales a los que se enfrentó esta semana. El paso de un tifón y los temblores que vivió el miércoles y la madrugada del jueves, hicieron que el gobierno ordenara a militares rescatar a las personas desaparecidas entre los escombros.
El tifón “Jebi” dejó 10 muertos y 300 heridos, mientras que los temblores de 6.7, 5.3 y 6.6 dejaron al menos nueve muertos, 200 heridos y 30 personas desaparecidas
Debido al total de gente perdida, equipos de rescate trabajan contra reloj para buscar a sobrevivientes entre las casas y edificios colapsados en la isla Hokkaido, al norte de Japón, donde el último terremoto de 6.6 sacudió la zona durante la madrugada de este jueves.
Al notar esto, bomberos bajaron de un helicóptero para rescatar una parte de los habitantes que vivían en la zona dañada.
Al mismo lugar llegaron militares de las fuerzas de autodefensa para participar en las operaciones de rescate. Está previsto que unos 25 mil efectivos acudan a la isla.
La acción de recuperación se dio después de que el Primer Ministro nipón, Shinzo Abe, ordenara la creación de un comité de emergencia para coordinar las tareas de búsqueda. Además, anunció el envío del personal de la Fuerza de Autodefensa a la zona más afectada, la isla Hokkaido.
“Recibí informes por daños de este terremoto. Posiblemente hay víctimas fatales, pero salvar la vida de las personas es la máxima prioridad del gobierno y trataremos de aliviar los efectos del desastre colectivamente como un todo. Gestionaremos esta crisis lo mejor que podamos”, dijo ayer el Ministro.
Mientras los equipos de rescate ayudan a los afectados por los temblores, el gobierno también informó sobre el tifón que los atacó al iniciar la semana.
El ministro portavoz del presidente, Yoshihide Suga, dijo que los transportes fueron los más afectados por las lluvias. El aeropuerto Kansai, en Osaka, permanecerá cerrado indefinidamente, ya que fue una de las terminales aéreas más afectadas por estar construido en una isla artificial en el mar.
Anunció que el tráfico por carretera se volvió casi imposible con los fuertes vientos de Jebi que empujaban los camiones y arrastraban los vehículos más ligeros.