Los condados de San Francisco y Santa Clara en California, Estados Unidos, presentaron el día de ayer una demanda de amparo en contra de las nuevas políticas anti-migrantes del presidente Donald Trump.
La ofensiva de los condados californianos se trata de la primera acción legal luego de que el Departamento de Seguridad Nacional anunciara el pasado lunes que negaría la tarjeta de residencia o “green card” a los migrantes que fueran beneficiarios del programa de asistencia médica, reciban cupones de alimentos u otras prestaciones sociales por parte del gobierno federal.
Tanto San Francisco como Santa Clara argumentaron que las nuevas políticas provocarán que los migrantes renuncien o se den de baja de los programas federales de asistencia pública lo que ocasionará que aumenten los riesgos de salud y de bienestar de su población.
Al rechazar los programas federales, los migrantes residentes de California tendrán que utilizar los servicios públicos de la entidad.
“Esta regla facilita ir de manera injusta contra migrantes que son trabajadores y que cumplen con la ley mientras siembra miedo y confusión en nuestras comunidades. Esta regla obliga a la gente a tomar una decisión imposible: su salud o un futuro mejor con su familia. Todos asumiremos el precio de esta política equivocada”, dijo al respecto Dennis Herrera, fiscal de la ciudad de San Francisco.
Las leyes federales actuales del Gobierno de Trump requieren que aquellas personas que busquen ser residentes permanentes o recibir un estatus legal comprueben que no representarán una “carga pública” para Estados Unidos.