Los opositores al acuerdo nuclear con Irán no pudieron bloquear la iniciativa del presidente Barack Obama en el Senado de Estados Unidos.
La semana pasada se quedaron a dos votos de poder rechazar el pacto con el país árabe.
Es evidente que las opiniones al respecto están muy divididas. Cuatro demócratas y 54 republicanos votaron por terminar el debate y avanzar hacia la etapa final.
Se opusieron 42 demócratas.
Habrá una segunda votación esta semana para concluir el debate que exige no aprobar el acuerdo nuclear con Irán, pero es poco probable que más demócratas cambien su voto.
El pacto se consiguió en julio e involucra a la Unión Europea y a cinco países del Consejo de Seguridad de la ONU: Reino Unido, Rusia, Francia, China y Alemania.
El acuerdo limita la capacidad nuclear de Irán, permite instaurar un estricto sistema de inspecciones y a cambio ofrece levantar sanciones económicas internacionales al gobierno de Teherán.
Descontento en Tel Aviv
Este acuerdo será una de las grandes victorias para la política exterior de Barack Obama y también una de las más controvertidas.
Israel, uno de los aliados más cercanos a Washington, se opone rotundamente al pacto y lo considera un peligro para su seguridad nacional.
Benjamín Netanyahu, primer Ministro de Israel, expresó su rechazo en el Congreso de Estados Unidos dejando claro que los legisladores norteamericanos debían elegir entre Israel y el presidente.
Netanyahu logró con sus palabras convertir el debate en una lucha de fuerzas entre el partido republicano y el demócrata.
Los detractores del acuerdo piensan que Obama peca de ingenuo al confiar en Irán, país con quien EU no tiene relaciones diplomáticas desde hace 30 años.
Después de que recientemente el ayatola Alí Jamenei, líder supremo de Irán, asegurara que Israel no existiría en 25 años, Netanyahu tiene razones para estar preocupado.
Israel y sus partidarios en este debate coinciden con que el acuerdo puede elevar, al levantar las sanciones, las posibilidades para que esos fondos se usen para financiar a grupos terroristas.
Los detractores de Obama señalan a Irán como uno de los principales responsables de la crisis en Siria. Aseguran que Irán le ha dado más de 6 mil millones de dólares al gobierno de Bashar al-Asad para continuar en el poder y atacar a sus propios ciudadanos.
Quienes desaprueban el pacto nuclear con Irán, afirman que el régimen de al-Asad ya hubiera desaparecido desde hace años de no ser por la ayuda que Irán le proporciona.
¿Se puede confiar en Irán?
El Presidente de EU está convencido de que el pacto con Irán hará más seguro al Medio Oriente.
Durante años Estados Unidos ha apoyado ciegamente a Tel Aviv y ejercido una política de mano dura contra los países que rodean a Israel. Obama conoce el peligro que representa Irán, pero ha preferido negociar, tomar un riesgo grande y confiar en que un monitoreo férreo evitará la producción de armas nucleares.
Cuando se le cuestionó sobre confiar o no confiar en Irán, Obama señaló entender la dimensión del riesgo. Para el Presidente el acuerdo no está basado en la confianza sino en la verificación. De acuerdo a Obama nunca en la historia, un acuerdo de no proliferación nuclear había incluido un régimen tan robusto de transparencia y monitoreo.
El acuerdo se adoptará formalmente el 19 de octubre y Estados Unidos tiene como fecha límite el 17 de Septiembre para votar sobre el pacto.