Donald Trump reanudó ayer su batalla contra una animadora de Fox News y sus competidores por la candidatura presidencial republicana, quienes le acusan de faltar el respeto a las mujeres. Contraatacó diciendo que Jeb Bush es quien tiene problema con las mujeres.
Carly Fiorina, la única mujer aspirante a dicha candidatura se manifestó “horrorizada” por la ofensiva de Trump y dijo que este podría no estar preparado para soportar las presiones que conlleva la presidencia de Estados Unidos.
La campaña combativa y heterodoxa de Trump le ha llamado la atención a algunos conservadores insatisfechos, pero también ha confundido a los líderes del partido Republicano, que ya se enfrentaban a la perspectiva de una accidentada carrera entre 17 candidatos.
La controversia más reciente comenzó el jueves por la noche, cuando Megyn Kelly, moderadora del debate de Fox News, recordó comentarios ofensivos de Trump contra las mujeres.
Furioso por lo que consideró un tratamiento injusto en el debate, Trump dijo a CNN el viernes por la noche que Kelly tenía “sangre en los ojos que le salía por todos lados”. Muchos señalaron que el magnate hizo alusión a la menstruación, aunque él posteriormente lo negó.
Lo ‘desinvitan’
Esa afirmación le costó a Trump una invitación a la conferencia RedState Gathering de Atlanta, donde varios aspirantes hablaron a un millar de activistas conservadores.
De similar forma, un exasesor de la campaña del millonario insinuó que la carrera del empresario hacia la Casa Blanca se ha convertido en un espectáculo paralelo a las elecciones primarias.
Muchos otros candidatos arremetieron también contra Donald Trump, quien pese a la polémica, aún se ubica como el precandidato favorito entre los votantes republicanos (Fuente: AP).