Tokio eligió ayer a su primera gobernadora mujer para encabezar la ciudad mientras ésta se prepara para ser sede de los Jugos Olímpicos 2020. Los electores optaron por una líder que prometió política limpia después de que dos antecesores renunciaron por escándalos de dinero.
Tan pronto como cerraron los centros de votación, la prensa declaró ganadora a Yuriko Koike, con base en su clara ventaja en encuestas de salida. Ella se hará cargo de una capital en expansión donde habitan más de 13 millones de personas y administra un presupuesto anual mayor al de Suecia.
“Impulsaré un Tokio donde la vida de las personas sea mejor y todos puedan brillar: hombres y mujeres, niños y adultos, ancianos y desvalidos”, dijo Koike desde sus oficinas de campaña, haciendo reverencias y saludando a sus partidarios.
Koike, de 64 años, era la ministra de Defensa, la primera mujer en ocupar ese cargo en Japón.
Ella tuvo que competir para estas elecciones sin el respaldo oficial del gobernante y proempresarial Partido Liberal Democrático. Durante su campaña, vestía de verde para simbolizar su frescura, y pidió a sus simpatizantes usar el mismo color y ondear carteles y pañuelos verdes.