Victoria a medias para Netanyahu

El Partido Likud del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, surgió ayer como la fracción mayoritaria en una elección parlamentaria muy competida, con lo que el político de línea dura quedó en posición para gobernar por un nuevo mandato.

Sin embargo, un deslucido desempeño de Likud, aunado a una inesperada mejoría de un recién llegado centralista –Yesh Atid, un experiodista que ha enarbolado la bandera del laicismo–, impidieron que Netanyahu alcanzara mayoría absoluta. 

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El futuro próximo del país judío variará en función de si el primer ministro se alía con centristas o con fuerzas de extrema derecha

El Partido Likud del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, surgió ayer como la fracción mayoritaria en una elección parlamentaria muy competida, con lo que el político de línea dura quedó en posición para gobernar por un nuevo mandato.

Sin embargo, un deslucido desempeño de Likud, aunado a una inesperada mejoría de un recién llegado centralista –Yesh Atid, un experiodista que ha enarbolado la bandera del laicismo–, impidieron que Netanyahu alcanzara mayoría absoluta. 

Por esto, la cuestión ahora es con quién formará coalición el partido ganador, conformado por una alianza entre el Likud de Netanyahu y el ultranacionalista Israel Beitenu de Avigdor Lieberman.

Habiendo obtenido 31 escaños –11 menos que en los comicios anteriores–, tendrá que decidir si se alía con partidos de centro –el de Yesh Atid obtuvo 19 escaños– o con fuerzas políticas más extremistas, que no están dispuestas  a negociar con los palestinos.

El contexto de 2013

Los israelíes acudieron a votar ayer teniendo en mente los problemas económicos, el proceso de paz estancado en el Medio Oriente y el programa nuclear de Irán.

Los comicios tuvieron lugar en un momento complicado para Israel, mientras las conversaciones con los palestinos se rezagaron con frecuencia ante los conflictos sociales que tuvieron lugar durante los tres meses de la campaña política.

Además, la postura intransigente de Netanyahu sobre las concesiones a los palestinos ha colocado a Israel en un conflicto con la comunidad internacional, aumentado su aislamiento diplomático.

Una economía en declive y un déficit presupuestal galopante conllevan dolorosos recortes al gasto gubernamental al tiempo que había posibles incrementos de impuestos para un electorado ya agobiado por el costo de vida.

En perspectiva yace la posibilidad de que Israel ataque a Irán por su presunto programa nuclear, una decisión que generaría una dura respuesta de Teherán y otros países fronterizos. (Con información de AP)

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