10 razones para debatir
Si no fuera por la propuesta de Alfonso Cuarón, las leyes secundarias de la reforma energética estarían olvidadas por la agenda pública.
El cineasta recién bañado por lluvia dorada de Oscar, sugirió al presidente Peña Nieto, vía una carta publicada en el sitio diezpreguntas.com, que se realice un debate televisado en horario estelar para revisar la propuesta de cambios de régimen en el sector energético.
Juan Carlos AltamiranoSi no fuera por la propuesta de Alfonso Cuarón, las leyes secundarias de la reforma energética estarían olvidadas por la agenda pública.
El cineasta recién bañado por lluvia dorada de Oscar, sugirió al presidente Peña Nieto, vía una carta publicada en el sitio diezpreguntas.com, que se realice un debate televisado en horario estelar para revisar la propuesta de cambios de régimen en el sector energético.
La intención no es un gasto inútil, primero porque abre la posibilidad de que el ciudadano se informe más y mejor sobe el tema, segundo porque la historia de las privatizaciones en México no muestra resultados favorables.
Aquí las 10 razones para debatir.
1. En el movimiento estudiantil de 1968 el gobierno nunca aceptó dialogar con los estudiantes, la represión del 2 de octubre concluyó con una histórica matanza en Tlatelolco.
2. La privatización de la banca se llevó a cabo mediante una reforma constitucional sin previa consulta pública. Es así como Banamex, Bancomer y Serfín fueron adquiridas por firmas internacionales, que hoy cobran las comisiones crediticias más altas del mundo en México.
3.– En 1990 el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari decidió privatizar Teléfonos de México, Carlos Slim ganó la concesión. Nunca mejoró el servicio, ni bajaron las tarifas, solo “creamos” al hombre más rico del mundo en un país de 50 millones de pobres.
4.- En 1991, cuando los ingenios azucareros se encontraban completamente saneados, Carlos Salinas privatizó los 52 existentes. Al día de hoy, ante la llegada de sustitutos de azúcar –que México importa en su mayoría–, la industria azucarera es un mito en nuestro país.
5.- Fertimex se desnacionalizó en 1992, el gobierno decidió fragmentarlo en 13 productoras, las cuales quedaron en manos de siete grupos empresariales. Desde el año 2000 México se convirtió en importador neto de fertilizantes.
6.- El 18 de julio de 1993 se anunció que la subasta de Imevisión, realizada bajo una licitación convocada por el Gobierno Federal, había sido ganada por el empresario Ricardo Salinas Pliego, propietario de las tiendas Elektra. En 20 años al aire, según especialistas, TV Azteca es parte de un duopolio de medios que acapara el mercado nacional.
7.- La privatización de los ferrocarriles realizada durante 1994 dejó a México “desnudo” en la industria de trenes para pasajeros. En el 2013, EPN ordenó a su secretario de Comunicaciones y Transportes arrancar con la construcción de la vía México-Querétaro.
8.- La decisión de privatizar los aeropuertos vino después de la de los ferrocarriles, y se hizo a la “mexicana”, entregando integralmente los aeropuertos. Aunque a nivel global, es más frecuente que dentro de un aeropuerto existan terminales privadas o combinaciones públicas y privadas.
9. La desaparición de la R-100, decretada durante la regencia de Oscar Espinosa Villarreal en 1995, aceleró el proceso de privatización del transporte público en el DF. La realidad es que la ciudad aún no cuenta con un servicio a la altura de las necesidades de la capital del país, los recientes acontecimientos en la línea 12 del metro, son un claro ejemplo.
10.- El 5 de julio de 2010, la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la constitucionalidad del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, al reconocer y respaldar las facultades del Presidente de México (FCH) para emitir el acto administrativo que desapareció ese organismo descentralizado. Aún nos encontramos a la espera de que dicha acción gubernamental rinda frutos positivos para los usuarios del servicio.
En México es fácil privatizar la riqueza del país, desgraciadamente es igual de sencillo que dicha bonanza no llegue nunca a los bolsillos de los mexicanos. Así lo dice la historia.
Por eso es importante debatir, si la propuesta del gobierno es tan buena, será la mejor oportunidad para demostrarlo, y si no lo es, es el mejor momento para revisar y modificar.