Dentro de 63 años, en un 2084 futurista (guiño a 1984, de Orwell), la humanidad ya habría llegado a Marte, y no solo eso, lo habría colonizado, según el cuento Podemos recordarlo por usted al por mayor, de Philip K. Dick, y que fue convertido en la película El Vengador del futuro (1990).
Esta cinta de ciencia ficción fue filmada en gran medida en México, incluso se hicieron secuencias de acción en el Metro de la capital, en las estaciones Chabacano, Universidad e Insurgentes.
Estas escenas, que pretenden mostrar a una colonia marciana en progreso boyante y el transporte público de trenes urbanos, son un claro ejemplo de lo que sería el primer mundo, pero en el planeta rojo.
Qué paradoja es que donde se filmó esta inspiración futurista sea un país que pertenece al tercer mundo.
Pasaron 30 años, y las instalaciones no están iguales a las de la película, están PEOR, el futuro no ha llegado a México y, evidentemente, menos al Metro, aunque…momento, sí llegó, pero muy mal construido y en otra parte de la megalópolis, más hacia el sur, con el rampante mote de “Línea Dorada”.
Lamento el suceso que ha causado luto nacional en el país, pero queridos lectores, no se engañen, estuvimos, estamos y estaremos en el Tercer mundo por muchas décadas más, la catástrofe vivida el lunes pasado es muestra de ello.
Los responsables son varios, los involucrados muchísimos y, entre los principales, debemos recordar que ahora mismo dos ostentan cargos públicos de alto perfil, Marcelo Ebrard Casaubón, quien era el jefe de Gobierno capitalino, y Mario Delgado Carrillo, quien fungía como Secretario de Finanzas de lo que fue el Distrito Federal.
También le siguen Francisco Bojórquez Hernández, entonces director del Metro; Enrique Horcasitas Manjarrez, director general del Proyecto Metro y responsable de la construcción de la Línea 12, quienes sí fueron procesados por las irregularidades demostradas de esta faraónica obra civil.
Si queremos lecciones de historia, documentación al pie de letra de las irregularidades, basta explorar el archivo digital de esta casa editorial, con los amplios reportajes que Icela Lagunas escribió al respecto. Ahí encontrarán los desfalcos millonarios, las omisiones legales y demás arbitrariedades cometidas por los implicados de la “Línea Dorada”.
Nunca tendremos el Metro de primer mundo que nos prometía El vengador del futuro, tal vez lleguemos primero como humanidad a Marte y lo colonicemos antes de que se pueda salir de esta realidad putrefacta que vivimos en México.
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