La contingencia por el desabasto de combustibles en el país ha ocasionado, entre muchas otras cosas, una creciente inquietud al interior del Sindicato petrolero, tanto en la dirigencia encabezada por Carlos Romero Deschamps -y sus afines- como en los distintos grupos disidentes. El líder sindical inclusive firmó ayer un desplegado apoyando la estrategia del gobierno federal, aunque desde hace muchos días nadie sabe de su paradero. Por el otro lado, los líderes disidentes que aspiran a ocupar el cargo de Secretario General como Rubén Rosaldo de Petroleros de Reforma Ideológica o María de Lourdes Cruz del Movimiento Nacional de Transformación Petrolera han aprovechado esta crisis para difundir información a través de distintas páginas de redes sociales, mensajes instantáneos e incluso por medio de publicaciones impresas, para propagar la versión de que esta ofensiva en contra del robo de combustible terminará con la destitución o incluso el encarcelamiento de Romero Deschamps y con su ascenso al más alto cargo dentro del Sindicato. Soñar no cuesta nada.
Negar la realidad
Quien ha quedado mal parada después de que la crisis de desabasto llegara a la Ciudad de México ha sido la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, cuya primera reacción cuando comenzó a reportarse el desabasto o cierre de algunas estaciones de servicio fue negar la problemática. Con el paso de las horas fue matizando su versión reconociendo que sí había algunos retrasos en el abasto, minimizando el problema y haciendo un llamado a evitar las compras de pánico. Ya el día de ayer no le quedó de otra que reconocer que hasta una cuarta parte de las gasolineras presentaron problemas. ¿Por qué se negó en un principio a reconocer que el problema había alcanzado a la capital del país? ¿O será que a Claudia, como a otros gobernadores, el gobierno federal la mantuvo en la sombra respecto a esta estrategia?
PRD inmóvil
En el partido del Sol Azteca hay división de opiniones respecto a la conveniencia de volver a formar alianza con el PAN para la elección extraordinaria de Puebla. Sin duda la organización de estos comicios alteró los tiempos del PRD, puesto que se encuentran inmersos en una reestructuración que podría terminar incluso con la disolución del partido, y de momento están enfocados en su propio proceso interno, pero ¿se quedarán fuera del proceso?