Todo saben que es cita bíblica aquello de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Eso parece sucederle a la Arquidiócesis de México que ayer condenó el despilfarro que hacen los partidos en las elecciones a realizarse este año. Y no es que la Iglesia esté equivocada en el dato -la verdad es que es un dispendio- sino que son los menos indicados para criticar aquello del despilfarro o gastos faraónicos, pues sólo habría que ver los vehículos que utilizan y los lugares en los que viven los máximos jerarcas de esta institución.
Dimes y diretes pediátricos
El Consejo Mexicano de Certificación Pediátrica pasa por un nada alentador momento. Desde la semana pasada se ha cuestionado -por parte de los propios integrantes de esta organización- la autenticidad de los documentos que avalan los estudios del doctor Salvador Jáuregui Pulido. La grilla se ha puesto tan fuerte que este primero de abril que fue nombrado el galeno al frente del Consejo decidió solicitar una licencia temporal para someter toda su documentación a una certificación. Entre si son peras y manzanas, los integrantes de este Consejo dieron muestra de que ya reúnen el perfil para ser militantes del PRD.
La campaña que hace falta
La madrugada del viernes un aparatoso accidente le arrebató la vida a cuatro jóvenes. Un auto deportivo, exceso de velocidad y mucho alcohol hicieron un coctel que impresionó a la sociedad en la Ciudad de México y que poco a poco desvela las características de una trágica historia de horror. Y esto lleva a pensar si es necesario que las autoridades de la Ciudad de México inicien una campaña para prevenir este tipo de tragedias. Claro, habrá quien diga que ya este tipo de campañas se han hecho hasta el cansancio, pero también están los que piensan que no han servido de mucho. La balanza popular se inclina por la segunda.
