Banamex

Mucho ruido ha causado la noticia de la salida de Citigroup del negocio de consumo de Banamex, entendiendo como tal el de la inmensa mayoría de nosotros los clasemedieros.

Lo primero que tengo que escribir es que me parece una muy mala decisión, pero como no pidieron mi parecer, pues me quedo con mi muina. Hay varios escenarios posibles. Ojalá que los ganadores sean inversionistas mexicanos que conserven una marca de prosapia que nació durante el porfiriato, es decir, que ya llovió y diluvió desde entonces.

Sin embargo, más allá de los deseos, dedicaré este espacio a dilucidar lo que puede ocurrir en particular con uno de los negocios que están a la venta: la administradora de fondos para el retiro, mejor conocida como AFORE. Llueven las especulaciones y los competidores sin ética –que desgraciadamente hay varios– están argumentando que corre peligro el dinero de las pensiones y que habrá que salirse de inmediato de las filas de AFORE Banamex. Esto es absolutamente falso.

México cuenta con una regulación en la materia (en ocasiones considerada excesiva) que protege el patrimonio de todos los que contamos con cuenta individual, maneje quien maneje las diez AFORE que existen en nuestro país. Por esto mismo hay que tomar las cosas con calma y decir que, si te quieres cambiar de esta AFORE, no sea por el asunto de la venta de Citibanamex sino por encontrar una mejor opción para la administración e inversión de tu cuenta pensionaria.

Hay que hacer memoria y recordar que, desde que se promulgó la ley que da origen a esta figura en el manejo de las pensiones, el muy lejano 21 de diciembre de 1995, han entrado y salido diversos “tiradores” (es decir, inversionistas), llegando a tener el mercado casi veinte empresas de este giro. Hoy tenemos la mitad.

No olvidemos que la cuenta individual es intransferible e inembargable, por lo que no hay que preocuparse en este momento ni cuando se desvele el misterio. Más bien, habrá que ocuparnos en tomar la decisión correcta y así continuar con la construcción de una buena jubilación y buenas pensiones que también pueden derivar del manejo de mi cuenta.

Repito: no corre peligro tu futuro por estos sucesos, pues han ocurrido muchas veces y no han desaparecido los recursos que son tuyos de ti. La AFORE sólo administra e invierte el dinero, pero no es dueña de este patrimonio y, por lo tanto, no lo puede vender ni mucho menos quedarse con él.

Espera con parsimonia; lo que se resuelve abruptamente casi siempre termina en error.

Recuerda: “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”.