No cabe duda de que Morena va con todo en el DF. El nuevo partido de Andrés Manuel López Obrador atoró todas las negociaciones para el reparto de las comisiones en la Cámara de Diputados porque se aferró a que quería, a como diera lugar, presidir la Comisión del Distrito Federal. El PRI había mantenido el control de dicha Comisión en la Legislatura pasada y, en un movimiento maestro, la soltó para provocar el primer desacuerdo entre los partidos de izquierda. Ni tardos ni perezosos, el PRD y Morena mordieron el anzuelo y se lanzaron por una comisión que les garantiza muchos reflectores en la capital del país, el principal bastión de ambas fuerzas políticas. Y miren que a los dos partidos les urge hacerse de las simpatías de los ciudadanos capitalinos antes del 2018. Finalmente, la Comisión del Distrito Federal quedó en manos del PRD, pero el daño ya está hecho. Las habilidades priistas estarán a la orden del día.
Yunes, a la carga
El diputado panista Miguel Ángel Yunes será el presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados. Desde ahí, el veracruzano podrá enfilar los obuses y dardos envenenados en contra de uno de sus principales adversarios políticos: su paisano, el Gobernador Javier Duarte. En mal momento para el Mandatario estatal se acomodan las fichas en favor de Duarte, quien con una imagen deteriorada, y buena parte del priismo en contra, ahora recibirá la carga en un tema bastante tenebroso para el estado: la seguridad pública. Sin duda, las cosas se pondrán interesantes, todos saben el tipo de enemigo que puede llegar a ser el expriista Miguel Ángel Yunes, y ahora que tendrá aparador, pues peor. Estén pendientes.
Cero y van dos
En menos de 24 horas la alerta sísmica ha sonado dos veces advirtiendo a todos los habitantes de esta gran ciudad –gran en todos aspectos– de la posibilidad de un temblor. Las burlas, quejas y hasta memes no se han hecho esperar. Las quejas son porque suena y no pasa nada, que se interrumpen las labores que se hacen de noche y también las que se hacen de día. Pero no hay que perder de vista que hace 30 años, en el mes de septiembre, fue la tragedia del terremoto de 1985, herida que todavía está marcada en la sociedad. Por eso vale la pena aplicar el refrán de que más vale decir “aquí corrió que aquí quedó”. Así que si vuelve a sonar la alarma no se queje, mejor desaloje.