Celuloide: Adrenalina ¡Al límite!
Caucho, asfalto y gasolina. Acelerador, clutch y freno. Sudor, testosterona y sangre. Los sentidos son llevados al extremo, la emoción se pone a tope, la velocidad es la inercia del furor. Nada se compara a ese momento, en el que el semáforo parpadea unos instantes para después dar ignición al motor y meter el pedal […]
Hidalgo NeiraCaucho, asfalto y gasolina. Acelerador, clutch y freno. Sudor, testosterona y sangre. Los sentidos son llevados al extremo, la emoción se pone a tope, la velocidad es la inercia del furor. Nada se compara a ese momento, en el que el semáforo parpadea unos instantes para después dar ignición al motor y meter el pedal a fondo para sacar la delantera a los contrincantes.
Desde que se ve el trailer de Ford v Ferrari (omitiré el título soso en español, Contra lo imposible), quienes sabemos de cine, quienes hacemos cine, quienes vivimos de cine, identificamos que claramente esta es una película hecha para ganar en toda la extensión de la palabra.
Y al verla, sólo se refrenda esta jugosa idea, ya que la historia biográfica de cómo un día Lee Iacocca le propone a Henry Ford II comprar a Ferrari y después del trato fallido se hace una rivalidad industrial, no queda más remedio que resolverlo todo en un duelo de automovilismo. ¿Dónde? En la única pista donde el italiano es invencible: Le Mans.
Bajo la dirección de James Mangold, realizador de la olvidada Tierra de policías (1997), el remake del clásico western El tren de las 3:10 (2007) y el cierre de la trilogía de Wolverine con Logan (2017), se obtiene una dramatización de la realidad, que luce la competencia de vehículos automotores en su mejor esplendor.
Para derrotar a la escudería de Enzo Ferrari, Iacocca se acerca en 1959 al tercer estadounidense que había ganado en la competencia francesa, y que tres años después puso su propia compañía automotriz, Carroll Shelby, texano de cepa, que no da crédito a la proeza que los Ford quieren lograr.
Entonces Shelby habla con quien más confianza tiene en el aspecto profesional, pero hay un defecto, su temperamento es duro de controlar, es un potro indomable, inglés veterano de la Segunda Guerra Mundial que su única pasión es estar al volante, Ken Miles, y así crear el Ford GT40, para ir por la máxima presea en Le Mans 66.
La combinación de Matt Damon y Christian Bale, como Shelby y Miles respectivamente, es ganadora, sobre todo con el histrión que fuera Batman en la trilogía de Christopher Nolan, ya que una vez más demuestra ser un hombre camaleónico, por que para El vicepresidente: Más allá del poder (2018) aumentó 20 kilos, pero para el rol del piloto automovilista bajó 30.
Ford v Ferrari es sin duda una de las mejores películas del 2019, llegará a las premiaciones de Hollywood el siguiente año y es un largometraje hecho para todos los que amamos la adrenalina, la velocidad y el automovilismo al límite.