Entre fases, etapas y calendarios hechizos de cómo volver a una supuesta normalidad en México, es risible como el Estado pretende dominar a una condición humana: la curiosidad es inherente a nuestro sentido de supervivencia, es ilógico querer frenar nuestra hambre por conocer, por descubrir, por vivir y continuar el cauce, de lo que sea que nos suceda en esta realidad distópica.
Y vaya que hacia la distopía nos dirigimos, con el vaticinio de que los militares llegarían a las calles, desde que se formó la Guardia Nacional, y ahora ya es un hecho, bienvenido 1984, bienvenido Venezuela, bienvenido el futuro incierto.
Ciudadanos, mientras ustedes hacen Zoom (holaaa vulnerabilidad de datos personales e información confidencial), mientras ustedes ven Netflix hasta el cansancio, mientras ustedes se someten al miedo irracional de que nunca volveremos a la normalidad, acá afuera sigue moviéndose el mundo y México también, así que cuidado cuando regresen a las calles, seguramente encontrarán una nación distinta a la que conocíamos.
Además la “nueva normalidad”… seamos honestos, lo que dábamos por sentado, quedó atrás, este 2020 marca un antes y un después global, jamás habrá otra “normalidad”, viviremos con un resguardo y mayor cuidado ante las vulnerabilidades de salud, entre otras inseguridades que nos rodean.
Somos la generación del estancamiento creativo, aquellos que se sentían en plenitud por el uso exacerbado de la tecnología, pero la naturaleza ha llegado para darnos una lección y ponernos en nuestro lugar, ahora hay que despertar, como bien lo decía el Sub-Comandante Marcos, dejemos atrás de ser los mexicanos del ensueño, seamos los autores de un nuevo estímulo cultural, artístico y social.
A todos aquellos que han salido a las calles a grabar, fotografiar, hacer grafittis alusivos al coronavirus, a quienes se sienten inspirados por lo que ocurre, sea en la pintura, la danza, la música o desde la escritura, externemos este sentir, la furia contenida, el grito de batalla, la acción inanimada, en lo que más deseamos, causar empatía a través de lo que hacemos, con quienes nos rodean.
Bienaventurados todos aquellos que tenemos hambre de arte, porque de este confinamiento, brotará la abundancia de nuevas ideas, de transgresores movimientos, y dejemos algo propositivo al planeta, pero sobretodo enseñanzas pródigas a una sociedad ulterior que desconocemos.
Música, comida y más allá
¿Eres seguidor del rock industrial? ¿crees saberlo todo acerca de los seis integrantes que conforman Rammstein? Pues para aquellos melómanos fanáticos de la banda liderada por Till Lindemann –y de quien erróneamente se chismorreó que tuvo covid19– en Amazon Prime Video se puede visualizar Rammstein in Amerika (2015) documental que da un seguimiento a detalle desde antes de la formación del grupo, hasta lograr el éxito internacional.
RAMMSTEIN
De manera complementaria, también se puede ver en la plataforma su concierto en vivo en el Madison Square Garden, que tuvo un lleno total y presentaron sus éxitos, y otro extra más es Rammstein: Paris, que fue lanzado en 2016, pero que rescata la grabación hecha en Francia en 2012.
Para los entusiastas de la cocina en estos tiempos de enclaustramiento, Chef a domicilio (2014) película dirigida, producida, escrita y protagonizada por Jon Favreau, es una comedia de amplio reparto, en la que la vida del jefe de cocina Carl Casper, da un giro inesperado al renunciar a su empleo élite y mejor tomar las riendas de una food truck.
EL CHEF
Se recomienda verla sin hambre, o estar dispuesto a pasar dos horas salivando ya que desde el minuto uno, todo se antoja a cuadro, además vale la pena recordar que Favreau comenzó todo el Universo Cinemático de Marvel, ya que él dirigió las primeras dos cintas de Iron Man.
Mientras estamos encerrados en casa, preocupándonos por nuestros propios problemas, olvidamos en veces que todos formamos parte de un mismo planeta, y que apenas somos un insignificante punto en el universo, pero que hasta la fecha es el único que tiene vida inteligente, en millones de años luz a la redonda.
Cosmos
Es tiempo de adentrarnos a Cosmos, esta mini serie de hace 40 años, en donde Carl Sagan nos explica las maravillas del universo y también del planeta tierra, este clásico de la televisión, debe ser reconocido hoy más que nunca, para seguir aprendiendo de nuestro pasado.
