Celuloide: Apocalipsis ahora, Vol–XIII
¿Ansiosos por que sea el 18 de junio? ¿por volver a una sala de cine y presenciar una película? ¿por tener un paseo dominical y apreciar el séptimo arte en una pantalla grande? Al menos yo sí me encuentro deseoso de ello, y ver qué tiene que ofrecer la cartelera. Por lo pronto, Christopher Nolan […]
Hidalgo Neira¿Ansiosos por que sea el 18 de junio? ¿por volver a una sala de cine y presenciar una película? ¿por tener un paseo dominical y apreciar el séptimo arte en una pantalla grande? Al menos yo sí me encuentro deseoso de ello, y ver qué tiene que ofrecer la cartelera.
Por lo pronto, Christopher Nolan va a librar apenitas la cuarentena, para estrenar Tenet el 17 de julio, una semana después Disney también empezará a recaudar dinero con Mulan, el 24 del mismo mes, y de ahí “Pa’l real”, porque Hollywood aplastará con sus producciones, bueno, al menos en el mismo Estados Unidos, porque aquí Cinépolis y Cinemex siguen sin anunciar qué llegará a salas.
Pero mientras, la cotidianidad capitalina ofrece cada vez mayor movimiento en las calles, sin una protección facial en la mayoría de los transeúntes, y como era de esperarse, faltaba un detonante social para que aquí también la indignación y el estrés rompieran en protestas, que como se está volviendo costumbre, acaban en grafiti público, en lugar de exigir una real demanda ante los acontecimientos.
Y bueno, qué decir del derrumbar de estatuas de esclavistas en varias latitudes, prácticamente es el mismo signo, pero en lugar de mancillarlo, se destroza hasta dejarlo fuera de la memoria ¿acaso debemos olvidar nuestros errores?
¿Qué debemos hacer con el cine hecho en el pasado y que refleja las problemáticas de racismo? ¿hay que censurarlo y olvidarlo? ¿Qué sería del mundo si el año pasado hubiera ganado El infiltrado del KKKlan en los Oscar?
HBO vetó de su catálogo Lo que el viento se llevó (1939), Disney+ sigue ignorando Canción del sur (1946) por mostrar la esclavitud negra al interior de plantaciones, al igual que la cinta anteriormente mencionada y de la que fueron protagonistas Clark Gable y Vivien Leigh ¿qué sigue? ¿Olvidar The birth of a nation (1915) de D.W. Griffith que es un ícono de la historia de la cinematografía, por haber tenido actores blancos, que maquillados, representaron a negros?
Estoy de acuerdo en completamente condenar cualquier tipo de clasismo, racismo, xenofobia o discriminación entre seres humanos, pero de ello a querer borrar nuestra memoria audiovisual, creo que hay un abismo de ignorancia que se debe marcar como peligro, necesitamos de ese archivo para, precisamente en el futuro, observar la vergüenza que éramos como sociedad.
Toda esta tensión, este cúmulo de emociones y ríspidas situaciones me recuerdan a un suceso particular, cuando Ridley Scott filmó Blade Runner (1982) lograr la perfección audiovisual le costó caro, comenzando por haber hecho un comentario desatinado con su equipo de producción, en una entrevista, donde dijo que era mucho mejor trabajar con ingleses que con estadounidenses, porque los primeros solo obedecían sin cuestionar diciendo “Yes Guv’nor!”.
En el filme futurista, era la primera vez que Scott trabajaba con yankees, y estos enfurecieron al leer el artículo de Guardian, inmediatamente el supervisor de maquilllaje Marvin Westmore hizo unas camisetas con la contestación “Yes Guv’nor, my ass!”, el cineasta británico respondió con una playera que simplemente decía “Xenophobia sucks” y esto alivió el estrés en el set.
Y pues como es de esperarse, cualquiera saca provecho de esta situación, basta con visitar la página de Rebel Soul Collective y comprar, precisamente un artículo con la leyenda “Fuck racism”, el único beneficio sería que el 50 por ciento va a dar a Reclaim the block, una organización que busca quitarle fondos públicos a la policía de Minneapolis, para invertirlos en en áreas que realmente promuevan seguridad en la comunidad, anímense, hay cubrebocas desde 10 dólares.
#BlackLivesMatter
En el revivir de este hashtag por los recientes acontecimientos en Estados Unidos, demos repaso a tres producciones que de alguna manera dejan pensando en torno a la vida afroamericana y su dolorosa historia, que persiste hasta hoy, y claro, recordemos que los latinos somos la segunda fuerza que mayor discriminación sufre en el país liderado por Donald Trump.
Mirando un poco la situación bajo la óptica de Quentin Tarantino, recordemos el éxito de Django sin cadenas (2012), cinta en la que precisamente Django Freeman, un hombre negro que es libre, es capturado y puesto en venta, al igual que su esposa Broomhilda, y está empecinado en encontrarla nuevamente, y su designio se acerca cuando es liberado por el doctor Schultz, presunto dentista que en realidad es un cazarecompenzas.
DJANGO.
Así que para todos aquellos que nos gusta el cine western, ver montado en un caballo a un hombre de color, disparando a blancos y vengando su esclavitud, es algo digno de festejar y reconocer, y nadie mejor para hacer esta película que el buen Tarantino, que dicho sea de paso, hay un cómic a manera de continuación llamado Django/Zorro, así que ya se imaginarán las irreverentes aventuras que le siguen a ese pistolero afroamericano.
James Baldwin fue un luchador incansable de los derechos humanos en Estados Unidos, proveniente del mero corazón de Harlem, Nueva York, él era negro, él era gay, él era discriminado, y lo hizo latente en sus ensayos, novelas, cuentos y poemas, hasta el día de su muerte el primero de diciembre de 1987.
Con el manuscrito inédito Remember this house, el cineasta Raoul Peck hizo el documental I’m not your negro en 2016, el cual es estridente e indignante, al ver el repaso del racismo en lo que los gringos llaman “America”, pero claramente es solo la violencia que vive esta raza en los Estados Unidos.
I’m not your negro
Los amigos cercanos a Baldwin hacen aparición de archivo en este testimonial, otros librepensadores como lo fueron el reverendo Martin Luther King Jr. y Malcolm X, quienes quedaron en pie de lucha mucho antes que el escritor, esta película además es narrada por Samuel L. Jackson, dicho lo anterior es indispensable para entender el paso de esta comunidad y su constante burla en el país norteamericano.
El constante debate ¿Fue él o no el asesino? ¿lo hizo acaso? ¿era culpable? Son ecos que hasta el día de hoy siguen en incertidumbre, y han sido tema de controversia, por eso el cineasta Ezra Edelman decidió enfocarse en la vida de O. J. Simpson y hacerle no un documental normal, sino una película de siete horas y media de duración al llamado juicio del siglo y su ambiente social convulso en ese momento.
OJ
Cabe recordar, que O.J. Made in America (2016) ganó el Oscar a Mejor Documental y ese mismo año, estuvieron nominados también I’m not your negro y Enmienda XIII, de cinco contendientes en la categoría, una terna eran de películas dedicadas a afroamericanos, y dicho sea de paso, el premio fue anunciado por actrices de esta comunidad, entonces claramente el #BlackLivesMatter sigue vivo, y es imprescindible revisar la cinematografía alrededor de ello.