La caricaturista Brooke Ann Bourgeois, acertadamente, también piensa que lo que vivimos actualmente es un apocalipsis, ya que el 22 de julio en The New Yorker publicó un gráfico en el que dos individuos esperan echados en un sillón, dentro de un cuarto con ventanas tapiadas.
“Las películas acerca de apocalipsis nunca mencionaron toda la espera de permanencia sentados”, dice una frase al calce de la ilustración en blanco y negro. Me causó risa por ver la empatía intelectual en otra parte del planeta.
Por ahí leí que oficialmente 2020 se declara como el peor año para toda la humanidad, pero ¿realmente lo es? Creo que esa es una mirada bastante histérica de una generación que para nada vivió el Holocausto, entre otros horrores de la historia, es un año sin igual, estoy de acuerdo, pero creo que dista de ser el de mayor catástrofe.
Y si tal vez, ¿la verdadera enfermedad es psicológica por el efecto alrededor del coronavirus? Creo que las afectaciones mentales deberán estudiarse a largo plazo, porque en verdad, la sociedad está convulsionando de manera psicosomática gravemente, ya que no hay para cuando esto se reestablezca en definitiva.
Queda además claro que las distribuidoras internacionales se están desesperando porque exista ya un rédito inmediato para sus producciones varadas, muestra de ello es Disney, que ya dijo “inguesu” y decidió meter Mulán en su servicio de streaming, el que dicho sea de paso sigue sin estar disponible en México.
Por ahí también corre el rumor, que como bien se vaticinó en este espacio y en el ahora programa especial homónimo de los viernes, que en efecto, los estrenos internacionales están por llegar a los autocinemas, pero esto todavía está por confirmarse. Las noticias podrían llegar a partir de septiembre.
Según el subsecretario Hugo López-Gatell los cines podrían operar a su 25 por ciento de capacidad en el semáforo naranja, pero sigue sin haber funciones confirmadas en las páginas de Cinépolis y Cinemex para Ciudad de México, además también se dice que de volver la apertura de salas, se abstendría del consumo de palomitas, refrescos y demás snacks, esto para evitar que la gente se despoje de sus cubrebocas.
¿Cómo iremos a terminar esta crisis sanitaria, económica, fílmica y demás sinónimos que se les ocurra? Creo que nadie había ideado un guión más perfecto del desastre que vivimos y el que se nos avecina.
Hablemos de distopía v.2.0
Hace unas semanas dimos un vistazo a cómo Norcorea sigue siendo una potencia que mantiene en opacidad completa su gobernanza, este fin de semana pasado, repasé un documental que me dejó con un escalofrío e indignación, por precisamente revelar un punto medular que casi nadie ve del país asiático.
Kimjongilia es aunque suene a burla, una flor begonia híbrida que fue nombrada así en honor al dictador Kim Jong-il, y así se titula este documental que revela las atrocidades al interior de los campos de concentración que esta nación tiene para sus desertores, la cineasta N.C. Heikin tomó el nombre de la planta para nombrar su película del 2009 y grabó entrevistas desgarradoras que comprueban que estos lugares existen hasta la actualidad.
Se que me iré hasta el ejemplo opuesto, pero también merece ser recordado, que en 2014 cuando Sony sufrió un hackeo masivo, se reveló el final de la película The Interview (o con su pésimo título en español Una loca entrevista) en el que el actual gobernante Kim Jong-un es asesinado, y esto causó una crisis internacional.
Fue tal el caos que se tuvo que cancelar momentáneamente el estreno del largometraje de comedia, (y que nunca llegó a México a salas) pero finalmente se liberó en diciembre de ese año en plataformas y al mismo tiempo en salas limitadas de Estados Unidos, lo que comprueba dos cosas, para nada están peleados los estrenos simultáneos en distintas pantallas, sean grandes o pequeñas, además de que la distopía, también puede ser objeto de burla y mofa sin que haya consecuencias.
¿Queremos entender realmente el dolor de la civilización? Pues entonces hay que adoctrinarse en la historia, descender a los oscuros pasajes del pasado que a nadie le gusta observar con detenimiento, y qué mejor que sea en Alta definición y a colores.
World War II in HD Colour, es una serie documental de 13 episodios que hace un repaso a las imágenes del Tercer Reich en apogeo, ya que el Führer tuvo un acierto a posteridad, filmar todo su acenso y demás discursos de odio, para ahora apreciarlos como testimoniales y aprender de estos horrores del pasado, hay que visitar los momentos distópicos para evitar el totalitarismo que pueda venir a futuro.