Estamos a menos de una semana para saber quién será el próximo presidente de Estados Unidos, y ustedes preguntarán: ¿esto qué tiene que ver con la industria cinematográfica? Pues la respuesta es TODO.
La Unión Americana sigue siendo la mayor potencia en el mundo, y por ende también la que produce los más grandes éxitos del séptimo arte y otros sectores, pero eso depende del futuro del país vecino y de la pandemia en desarrollo. Lo que importa es que se siga viendo un equilibrio y balance monetario, al menos por los siguientes años mientras se logra sobrevivir de este episodio negro universal.
Recientemente, la firma mexicana Vestiga Consultores publicó el Estudio Nacional de Factores de Impacto en el Desempeño de las Empresas, en el que realizaron encuestas telefónicas con accionistas principales y directores generales de 891 empresas en México; el resultado fue determinante, los capitanes corporativos prefieren que Donald Trump gane las elecciones del 3 de noviembre.
Sabemos que el magnate estadounidense es nefasto, que de este lado del muro queremos que termine su periodo, pero si su partida marca el hundimiento de un marco económico, de por sí ya frágil, habrá que pensar dos veces si es que nos conviene el que quede Joe Biden en la Casa Blanca.
Además, una vez más, analicemos el anterior debate presidencial del 22 de octubre. Aunque la moderación comenzó al inicio y se observó una mayor prudencia, conforme pasaron los minutos los señalamientos aumentaron entre los candidatos, y hubo claros puntos donde Trump tomó la delantera sobre Biden.
The Washington Post dio el gane seguro al demócrata, mientras que CNN dividió las opiniones entre los analistas consultados sin determinar a un preferido, pero la frase épica es la que arrojó The New York Times: “Hay un amplio acuerdo en una cosa: quien sea”que haya ganado, Estados Unidos perdió”.
Saturday Night Live salió nuevamente a hacer su parodia, de Alec Baldwin como el presidente actual y Jim Carrey personificando al exvicepresidente, y aunque fue grato el momento, la gracia de la primera mofa del 4 de octubre ya no fue la misma.
Pero lo que sí llama la atención es el programa 60 minutes, dedicado a la elección presidencial, teniendo entrevistas uno a uno con Biden y Trump por separado, más sus vicepresidentes elegidos. Las preguntas fueron incendiarias.
Biden respondió firme cuando se le cuestionó en torno a su salud y, que de llegar a la silla presidencial, él sería el ejecutivo más longevo en la Casa Blanca. Además, admitió que Kamala Harris, su VP, está preparada para ser su sucesora en un caso extremo de salud.
Y Trump, pues dejó mucho de qué hablar, siempre confrontativo, fue evasivo en las preguntas de Lesley Stahl (quien ha sido amenazada de muerte después de la entrevista), y al final el mandatario abandonó la charla sintiéndose ofendido, sin terminar de responder a la periodista.