Celuloide: Del silencio nace la risa
En 1964, Charles Chaplin publicó sus memorias a sus 75 años de edad, el libro en el que describe su infancia, el camino a la fama y la cercanía con sus amistades en el círculo artístico de Hollywood, se volvió la guía indispensable para el cineasta y actor Richard Attenborough, quien en 1992 hizo homenaje […]
Hidalgo NeiraEn 1964, Charles Chaplin publicó sus memorias a sus 75 años de edad, el libro en el que describe su infancia, el camino a la fama y la cercanía con sus amistades en el círculo artístico de Hollywood, se volvió la guía indispensable para el cineasta y actor Richard Attenborough, quien en 1992 hizo homenaje a la vida del comediante en la cinta biográfica protagonizada por Robert Downey Jr. en el papel del histrión inglés.
Durante años, Mi autobiografía ha estado prácticamente fuera de circulación en su traducción al español, es apenas conseguible sólo en su idioma original en tiendas de libros de segunda mano, o en su versión electrónica para aquellos que leen en e-readers, aunque se estén cumpliendo 55 años de su primer edición, la situación sigue siendo la misma para este documento histórico imprescindible de los amantes del séptimo arte.
Attenborough estuvo lejos de hacer una calca fiel en su filme Chaplin, pero respeta fielmente lo escrito por el artista británico, la escritura del intérprete de Charlot es amplia y vasta en describir el periodo de su niñez, además de cálido y sincero en sus emociones, describiéndose a sí mismo como un hombre tímido, humilde y solitario.
Bien con la moda de las series en este momento, esta crónica podría adaptarse en capítulos visuales, que harían honor a todo lo descrito por Chaplin para así conocer y redescubrir su carrera, a 130 años de su natalicio, recién cumplido en abril pasado.
Criticado y perseguido como si fuese un criminal por el gobierno de los Estados Unidos, Chaplin fue un alma incomprendida de su tiempo, tachado de subversivo, señalado de ser comunista, e incluso atacado porque nunca peleó en la Primera Guerra Mundial.
La realidad es que el director, compositor y productor nunca fue llamado a las filas militares de Inglaterra, él negó pertenecer al partido asociado a la Unión Soviética y se le prohibió volver a Estados Unidos de manera injustificada, radicando a partir de 1952 en Europa.
Desde el exilio comenzó a escribir sus recuerdos, siete años tardó en describir lo vivido en el teatro de vodevil, la precariedad de sus primeros años y su constante vagancia en los barrios bajos de la Unión Americana.
Así Charlie Chaplin se volvió cercano a la realidad estadounidense, atreviéndose a denunciar en sus películas mudas, a través de la comedia, el existir de aquellos que eran suprimidos por la clase opulenta.
Como artista decidió filmar la oportuna desgracia y silente verdad, para burlarse de ella y hacer estallar al público en risas por su honestidad.