Todos vimos la vergüenza que fue el debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden el 29 de septiembre pasado, el cual ha sido calificado como el peor encuentro entre candidatos televisado en la historia.
Solamente al ver los primeros 10 minutos, da risa la forma en cómo rompen protocolos y formas de comunicarse.
Esto fue ampliamente expuesto después en su versión parodia en Saturday Night Live, donde nuevamente Alec Baldwin encarna al magnate neoyorkino, y ahora Jim Carrey se viste de traje y corbata para personificar al vicepresidente de la administración demócrata de Barack Obama.
Hoy era la fecha para tener el segundo debate presidencial, pero fue cancelado después de la avalancha que nadie veía venir: Trump diagnosticado con COVID-19 dos días después de su confrontación con Biden y las especulaciones mediáticas alrededor no se hicieron esperar.
Mientras pasa el caos y Biden se alista para un tercer round el 22 de octubre, Trump se mofa de que va a ganar. Debemos tomar todo esto como un respiro y observar el panorama de lo que ocurrió ese 29 de septiembre, por lo que invito a que observemos con detenimiento las acciones de ese primer intento de charla entre los presidenciables.
El actual presidente republicano arremete duramente contra Biden, cortando la paciencia del demócrata, orillándolo y acorralándolo a un abismo de incertidumbre, donde incluso tartamudea ligeramente; para nada son fortuitas las acciones del uno y del otro.
Con un trabajo minucioso de periodismo y profesionalidad, la red de televisión pública del país vecino del norte produjo un documental excepcional en su emisión Frontline, titulado The choice 2020: Trump vs. Biden.
Durante dos horas, se ve un cara a cara de los dos candidatos, sus intereses personales de manera biográfica desde su infancia, y cómo es que han sobrellevado sus peores momentos de crisis, el resultado es impecable para entender sus comportamientos en el pasado debate y en el que está por venir.
El que fuera anfitrión del reality show El aprendiz fue a una academia militarizada en su juventud, ahí claramente aprendió a ser un líder, a empujar que sus decisiones sean absolutas, a ser un bully sin mirar atrás, mientras que la mano derecha de Obama en la presidencia pasada era un chico retraído, que tenía que enfrentar su tartamudez, y abrirse camino desde abajo en la política.
Esto solo es una mirada ínfima de lo que muestra el programa, donde entrevistas a los personajes más robustos de ambos flancos sostienen el testimonial: Jill Biden, esposa del candidato demócrata; el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani; el exasesor Steve Bannon y el ex consejero de Seguridad Nacional John Bolton, por mencionar algunos que están a cuadro.
¿Quién ganará la elección del 3 de noviembre? La moneda sigue en el aire, pero podemos analizar cómo es que los presidenciables son hombres de duda y peligro para Estados Unidos.