La carrera por los premios a lo mejor del entretenimiento fílmico ha comenzado

Celuloide: Sin lugar para los débiles

La carrera por los premios a lo mejor del entretenimiento fílmico ha comenzado, que dicho sea de paso, son celebraciones para prácticamente una industria dominada por los grandes estudios hollywoodenses, apenas dando entrada al cine independiente e internacional, por lo que es necesario decir, que las producciones que merecen ganar, muchas veces se quedan fuera […]

La carrera por los premios a lo mejor del entretenimiento fílmico ha comenzado, que dicho sea de paso, son celebraciones para prácticamente una industria dominada por los grandes estudios hollywoodenses, apenas dando entrada al cine independiente e internacional, por lo que es necesario decir, que las producciones que merecen ganar, muchas veces se quedan fuera de estas competencias.

El 5 de enero arrancó este maratón de galardones con los Globos de Oro, y las sorpresas llegaron en lo que es considerado el preámbulo para los Oscar, ya que contra toda apuesta se coronó 1917, cinta bélica histórica que fue dirigida por Sam Mendes.

Los premios a Mejor Película y Mejor Dirección fueron a parar a este largometraje, dejando de lado a la presunta favorita de los analistas internacionales, El irlandés, filme dirigido por Martin Scorsese y que le pertenece a Netflix.

El servicio de streaming se fue prácticamente con las manos vacías, sólo cobró dos preseas, la de Mejor Actriz de Reparto para Laura Dern por su participación en Historia de un matrimonio y Mejor Actriz en una Serie Dramática para Olivia Colman, al encarnar a la Reina Elizabeth II en The Crown.

Netflix estaba nominada a 34 Globos de Oro, ahora con las menciones de los BAFTA, logró sólo 23 puestos, siendo Guasón, la película que compite por más estatuillas, nombrada en 11 categorías.

Habrá que ver cómo le va en las nominaciones al Oscar, mismas que serán anunciadas el 13 de enero próximo.

Queda claro el mensaje que lanza la plataforma digital desde hace dos años a estas premiaciones, ellos desean fervientemente colarse, constituirse y consagrarse como un estudio de los grandes en la industria, pero este negocio es pequeño y ha sido erigido por un puñado de inversionistas desde hace casi un centenario, así que aunque Netflix ya pertenezca a la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, es claro que seguirá siendo el “patito feo” de este gremio.

Entonces, ¿qué le queda a Netflix? Apechugar y seguir adelante, insistir hasta ganar en la categoría de Mejor Película, ya que ellos abrieron brecha, siendo un sistema de streaming y llegar hasta los Oscar, lo que podría ser un punto de provecho para otras plataformas que también inician su andar en este negocio, que apenas premia a unos pocos y olvida a la mayoría del séptimo arte.

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