Cuando se anunció que HBO produciría una serie inspirada en el cómic que ha sido calificado como “el Quijote de las novelas gráficas”, la incertidumbre recayó nuevamente en el fandom, que ya tenía la adaptación fílmica hecha por Zack Snyder en 2009, ¿por qué se debía entonces traer de nuevo una producción audiovisual de Watchmen?
S e consideró al mismo Snyder para hacer esta serie, pero terminó siendo Damon Lindelof quien hizo el programa televisivo para la cadena de cable. Este guionista ha estado a cargo de libretos como Prometheus (2012), Star Trek: en la oscuridad (2013) y fue co-creador de LOST (2004-2010).
El resultado al fin llegó, justo una década después del largometraje del cineasta que también desarrolló el inicio del Universo Cinemático de DC, y Lindelof lejos de decepcionar, engancha al público que conoce el cómic realizado por Dave Gibbons y Alan Moore, entre 1986 y 1987.
Basándose en una realidad alterna presente, justo como lo hace la novela gráfica en los 80, es que se vive a flor de piel en Estados Unidos, la xenofobia, la discriminación y la cacería contra los negros, mientras que se siguen exaltando los valores republicanos impuestos por Richard Nixon desde los 70, ¿acaso este guiño le suena familiar a alguien?
Ahora, en este 2019, es permitido que los policías oculten su rostro, porque merecen protección a causa de los altos índices de violencia, los vigilantes anónimos vuelven a las calles para hacer equipo con la seguridad pública, mientras que un grupo radical, autodenominado La Séptima Caballería, porta pasamontañas con manchas de Rorschach, para alzar la supremacía blanca.
Es bajo esta pesadilla de ficción, que se nutre la idea de cómo en un pasado existieron los viejos héroes como Dr. Manhattan, Ozymandias, El Comediante y Silk Spectre, entre otros, pero estos son sólo un recuerdo, ya que están o exiliados o muertos, pero sembraron la idea de justicia en aquellos que se atreven a salir a las calles enmascarados.
La primer temporada de nueve episodios abre una duda en quienes seguimos la filosofía original de Watchmen: ¿es acaso esto una secuela, una reinterpretación o un capítulo alterno a lo que conocíamos anteriormente? Sea lo que sea, Lindelof conoce a su público y está cumpliendo.
Y la música, es justo lo que merecemos, Trent Reznor y Atticus Ross llevan al límite su creatividad, entregando piezas musicales que rayan entre rescatar los viejos ritmos de Nine Inch Nails y nuevas composiciones que nunca habíamos escuchado de este par.
Ahora el conteo del Reloj del Apocalipsis puede continuar.