La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) nació como un organismo público autónomo, con la obligación de proteger, observar, promocionar, estudiar y divulgar la cultura del respeto a los derechos humanos en nuestro país.
En noviembre del año pasado, en medio de gritos, pancartas y en la elección más desaseada de la que se tenga memoria -que incluyó el robo de votos-, tomó protesta la Sra. Rosario Piedra como titular de la CNDH ante el Senado de la República. Después de casi diez meses de haber asumido el cargo, ha incumplido con su obligación constitucional de investigar presuntas violaciones de derechos humanos y en su momento formular recomendaciones públicas, denuncias y quejas ante las autoridades responsables.
Hoy, la institución protectora de derechos humanos está ausente. En estos más de seis meses de emergencia sanitaria, no se ha emitido ni una sola recomendación sobre el COVID-19. Esto se hace inexplicable, ya que se han presentado múltiples quejas por violaciones al derecho de protección de la salud de los mexicanos y no se ha tomado una postura que defienda los derechos fundamentales.
Lamentablemente, la CNDH no sólo ha sido omisa en la protección del derecho a la salud. A la luz de acontecimientos recientes, se hizo evidente la falta de atención a las víctimas en nuestro país. Esta falta de empatía desencadenó la toma de las instalaciones ubicadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México, por quienes acudían en busca de la protección en sus derechos humanos.
Se han hecho públicos, diversos videos de la madre de una menor exigiendo justicia, pero también, reclamando los excesos en esa Comisión Nacional. Los lujosos cortes de carne de los que gozan los altos funcionarios de la CNDH, que comparados con el escaso apoyo que reciben las víctimas, son una ofensa y demuestran la insensibilidad de esta administración.
Se podría pensar que los cortes de carne carísimos, eran una exquisitez de la pequeña burguesía, pero queda demostrado que no, también es una exquisitez de los funcionarios de Morena.
Desde el inicio de esta gestión, se vulneró a la institución protectora de los derechos humanos. Por ello, es necesario que se conozca sobre el nombramiento de las personas encargadas de las visitadurías que no cumplen con los requisitos establecidos en la Ley. Los titulares de la primera y la sexta visitaduría, han dejado sus puestos en medio de acusaciones graves en contra de la titular de la institución, ya que han declarado que desde la CNDH, se hacen cálculos políticos para no lastimar la imagen de determinados funcionarios o del gobierno.
Sin duda, es imperativo, que los ciudadanos conozcan lo que sucede en esta institución, así como se atienda a las víctimas y se busque justicia para sus causas. El Senado de la República, tiene hoy la responsabilidad de llamar a comparecer a la titular de la CNDH para que explique sobre estas situaciones que están lastimando al organismo garante de los derechos humanos de los mexicanos.