¿Cómo denominaría un jurista el “acto administrativo público, por medio del cual el Estado, faculta al particular, para que administre y explote en su provecho, compartiendo o no utilidades con el Estado, en forma regular y continua, pero por tiempo determinado, bienes del dominio público mediante una ley preconcebida y un contrato formulado entre las partes”?
El jurista diría que dicho acto debe ser definido como una “CONCESIÓN”.
Sin embargo, algunos economistas sostienen que ese tipo de actos no son concesiones, sino “contratos de utilidades compartidas”.
Quizá por eso, y para curarse en salud, el secretario de Hacienda Luis Videgaray declaró en el programa de Carmen Aristegui que no le extrañaría que algunos quisieran ver en los “contratos de utilidad compartida”, un régimen de concesiones.
La definición de ambos conceptos es importante, toda vez que en la iniciativa de reforma energética que presentó el presidente Peña Nieto, las concesiones están prohibidas, en tanto que se propone que los “contratos de utilidad compartida”, se permitan.
Falta que le hagan caso
Aunque el ex jefe de gobierno del DF Marcelo Ebrard, y el candidato a la presidencia del PRD, le pidieron ayer a Jesús Zambrano que le exija al gobierno que se lleve a cabo un plebiscito para definir el futuro de la industria petrolera, y que si no le hacen caso se retire del Pacto, lo más seguro es que el presidente del PRD no le haga caso a Marcelo.
Y mucho menos ahora que está claro que los Chuchos apoyarán a Carlos Navarrete para que sea el sucesor de Zambrano.
Y eso que ya se reconciliaron
El senador Ernesto Cordero declaró ayer que el que quiera saber cómo va el proceso de unidad en el Partido Acción Nacional, solo tendría que observar el deplorable espectáculo que dio la intolerante dirigencia de su Partido en la XVIII Asamblea Nacional.
Les salió vana la nuez
A los que se les ocurrió la idea de utilizar la figura de Lázaro Cárdenas para granjearse la simpatía de algún sector de la izquierda, les salió vana la nuez.
El primero que protestó fue Cuauhtémoc Cárdenas, quien además ya anda como apache en guerra en contra de la reforma propuesta por el gobierno.
El líder moral del PRD dice que la modificación del artículo 28 de la Constitución equivale a acabar con la industria nacional.
