Llamado nacional urgente
Nuestro país, con su inmensa historia colmada de matices y enseñanzas, de intensos claro oscuros, de tiempos de explotación y libertad, de injusticias y revolución, de liberalismo y transformación, es una nación con profundas raíces culturales, étnicas y religiosas. Se ha forjado a lo largo de los siglos, con sacrificio, trabajo y liderazgo de notables […]
Fernando Alberto García CuevasNuestro país, con su inmensa historia colmada de matices y enseñanzas, de intensos claro oscuros, de tiempos de explotación y libertad, de injusticias y revolución, de liberalismo y transformación, es una nación con profundas raíces culturales, étnicas y religiosas.
Se ha forjado a lo largo de los siglos, con sacrificio, trabajo y liderazgo de notables hombres y mujeres de cada época.
México es lo que somos, con toda su grandeza y diversidad; una gran nación, orgullo de nuestra sociedad. sabemos bien, la vida nos ha enseñado, que así en lo personal, como en lo colectivo, el patrimonio nacional en todos los campos, es la suma de nuestras decisiones.
La nación que nos identifica es multicultural, heterogénea, diversa, multidimensional, así somos en nuestra forma de pensar y vivir.
Reconozco que la desigualdad social y económica en México, así como en el mundo, es lamentable e injusta.
Moralmente es imprescindible reducir las brechas.
El desafío con el destino, no es algo que se pueda eludir, en consecuencia, requerimos actuar en dirección a lo que necesitamos y queremos.
Por otro lado, las oportunidades nacionales son inmensas, también los recursos naturales y humanos. Es fundamental utilizarlos para beneficio integral de la sociedad, si y solo si, logramos domar la codicia, la mezquindad, la desunión y la indiferencia.
No son pocas las causas que los mexicanos requerimos urgentemente atender para beneficio de todos, pero, en su justa dimensión; proteger y ensanchar nuestras libertades, perfeccionar la calidad de la democracia, fortalecer las instituciones nacionales, cincelar la identidad nacional que unifique y comprometa. Corregir el sistema de justicia, sembrar culturalmente en la sociedad solidaridad humana y corresponsabilidad social, entre muchas otras necesidades fundamentales.
Es preciso entender que nadie posee la verdad absoluta.
Todos necesitamos de todos, por tanto, el dialogo, el respeto y la tolerancia, son valores imprescindibles por atender.
Vivimos tiempos de disrupción política en México y en el mundo.
Requerimos aprender a aprender a vivir en la diversidad en todos los campos de la idiosincrasia y de la cultura.
Desarrollar conciencia activa exige, participación social, cultivar ciudadanía, la que exige derechos y cumple deberes por igual.
Practicar la tolerancia, el respeto recíproco a la dignidad de las personas, a sus derechos y libertades, al involucramiento activo y la participación corresponsable, como base de nuestra convivencia.
México es de los mexicanos y de aquellos que, desde fuera, eligieron esta tierra para vivir. Mujeres, hombres, niños, jóvenes y adultos mayores, todos somos una gran parte de México. Necesitamos urgentemente aprender a escucharnos, comprendernos, ser incluyentes, sumar voluntades y talentos, desarrollar cultura de cooperación social, sindical y comunitaria, salvaguardar los valores de libertad, justicia y democracia.
Juntos, en comunidad, requerimos construir, sólidas bases para un futuro seguro, educado, pleno de bienestar social para niños y jóvenes, para la población en general.
Los mexicanos tenemos talento y talante suficientes para hacer de nuestra nación lo mejor. Los desafíos nacionales en materia política, económica, salud, seguridad, educación, entre muchos otros mas, nos importa a todos.
En este propósito que requiere hacer Causa Común por México, nadie tiene derecho a destruir la unidad nacional, tampoco a exponer al peligro a los mexicanos, provocando dependencia social, atraso, ignorancia, violencia, que de no frenarse, es tanto como permitir el fracaso de la república.
El partido en el gobierno y las oposiciones, están obligados a contribuir al mejoramiento de la sociedad, no a su destrucción.
Seguir aplicando un nosotros contra ellos, o, un ellos contra nosotros, es marcar peligrosas fronteras que pueden desembocar en violencia.
Los partidos políticos y el gobierno, en defensa de sus intereses, exponen al peligro a la sociedad, atizando una lucha interna entre hermanos, que finalmente serán victimas del juego perverso de polarización, posverdad, ambición de poder.
Por razones de seguridad nacional, es indispensable actuar en varias direcciones; terminar los mensajes de odio y la denostación que asesinan silenciosa y abiertamente.
Evitar la polarización, alimentando el resentimiento y el desprecio por los otros que fragmenta y enfrenta. Liquidar la insidia que manipula y confunde. Extinguir la política del resentimiento que calcina e incita el fuego de la violencia.
Los mexicanos de conciencia activa urgimos ser parte de la solución y no del conflicto. Abrir la mente al entendimiento. Practicar responsabilidad social, estimular el proceso individual y colectivo de resiliencia. Alejar el peligro de violencia por intolerancia y rencor.
La depresión y el estrés colectivos por carestía y pandemia, no deben desembocar en violencia y miseria.
Nuestros niños y jóvenes merecen un presente y futuro seguro, de oportunidades reales para desarrollar sus talentos en comunidad, con educación libre y de calidad.
Siempre será mas conveniente trabajar corresponsablemente para consolidar juntos, la nación libre y justa, con el bienestar que necesitamos para todos los mexicanos.
No permitamos, que la oportunidad de consolidar la república anhelada, se diluya entre las manos. No permitamos que transformación se convierta en fragmentación, porque a final de cuentas, nos necesitamos todos.