La disputa a tres bandas entre el Gobierno federal, el Gobierno de Michoacán y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ya llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, después de que el mandatario michoacano Silvano Aureoles presentara una controversia constitucional, y de esta forma tener la vía judicial como una alternativa para terminar el bloqueo de los integrantes de la CNTE a las vías férreas de la entidad. La intención, según las palabras de Aureoles es, que si el Gobierno decide no usar la fuerza para terminar el bloqueo, que el Poder Judicial se lo pueda ordenar. Lo cierto es que con los recientes acercamientos y la reunión que sostuvo el perredista con el titular de la SEP, Esteban Moctezuma, el acuerdo político se ve más cercano. Aún así sería interesante conocer la postura de los jueces de la Suprema Corte ante las competencias sobre este conflicto.
Áspero recibimiento
Finalmente, dos semanas después, tanto la secretaria de Energía Rocío Nahle como el director de Pemex Octavio Romero acudieron a comparecer ante diputados y senadores de la tercera comisión permanente sobre la contingencia por el desabasto de combustible. Pues bien, nos comentan que hubo un intento de los legisladores de Morena para evitar una rudeza innecesaria en contra de los funcionarios, pero los opositores, aún ofendidos por el desplante de la cancelación del encuentro hace dos semanas, hicieron caso omiso. “Es una falta de respeto, solamente mandaron una comunicación de que no iban a llegar. Y vienen 115 muertos después”, les reprochó el panista Juan Carlos Romero Hicks, en uno de los momentos más tensos de la comparecencia. Los reclamos, las indirectas y los ataques también vinieron por parte de los legisladores de Jalisco y Guanajuato, dos de las entidades más afectadas por la contingencia. Por cierto, quien salió mejor parado fue Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, quien acudió en representación de Carlos Urzúa.
INAH sin sueldos ni contratos
Dónde ya llegó la Cuarta Transformación y la Austeridad Republicana fue al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Nos cuentan que desde inicios de año las oficinas centrales ubicadas en la colonia Juárez, trabajan con el mínimo de personal. Y es que la incertidumbre impera en el lugar. Los empleados del INAH no saben cuándo les van a pagar y si serán recontratados para esta nueva administración. La austeridad llegó a tal grado que a todos los trabajadores externos se les avisó que mejor se quedarán en casa y esperaran a nuevas noticias, por ahí de marzo; a otros empleados, principalmente de mantenimiento y de limpieza mejor se les despidió. Lo cierto es que el INAH se tambalea y la historia se replica en todas las sedes del país, en los inmuebles arqueológicos y en los bienes protegidos por el Instituto. El poder de la 4T.