Los crímenes contra las niñas, niños y adolescentes en nuestro país van a la alza, por lo tanto no podemos seguir siendo indiferentes ante ello, ya que el futuro de México está en su niñez.
El país ocupa uno de los primeros lugares del mundo en producción y distribución de contenidos de pornografía infantil, y el confinamiento por la pandemia de COVID-19 elevó exponencialmente su consumo en los hogares mexicanos.
Si bien la Dirección General Científica de la Guardia Nacional, lleva a cabo el “Operativo Salvación”, ha dado pasos determinantes en la detención de agresores sexuales y en el rescate de menores víctimas de este crimen, es indispensable que la tecnología, la inteligencia y la coordinación, se fortalezcan a nivel estatal y municipal para hacerle frente a este delito.
Recientemente, la Oficina de Defensoría de la Infancia (ODI) reveló que en 18 escuelas de ocho entidades federativas se detectó violencia sexual infantil, esto debido a que niñas y niños, en edad preescolar, fueron valientes y denunciaron ser víctimas de este crimen.
Profesores y directivos de estas escuelas encubrían y formaban parte de estos delitos, al sacar a los niños de la escuela para llevarlos con desconocidos, quienes los sedaban para, posteriormente, violarlos.
Asimismo, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial de turismo sexual infantil, y también de turismo sexual de bebés, de cero a un año de edad.
Hoy, niñas, niños y adolescentes son asesinados, y otros miles reclutados por el crimen organizado.
Reinserta afirma que en México, entre 145 mil y 250 mil menores de edad, están en riesgo de ser reclutados o utilizados por grupos delictivos para labores de halconeo, sicarios y secuestros; y hasta 4 millones de niñas, niños y adolescentes permanecen expuestos a ser reclutados por bandas de narcotraficantes.
La organización también alerta que, cada día, doce menores de edad son reportados como desaparecidos en nuestro país.
En los primeros cinco meses de 2021, los feminicidios se han incrementado un 7 por ciento, de los cuales destaca el aumento de ataques contra niñas y adolescentes mujeres.
Además, en México existen miles de víctimas de trata de personas: cerca del 70 por ciento corresponde a niñas, adolescentes y mujeres, por lo que especialistas en la materia aseguran que el país se ha vuelto un foco rojo por ser una nación de tránsito, origen y destino de personas esclavizadas, lo que convierte a la trata de personas en un negocio mortal, pues el dinero que genera para las redes criminales es incalculable.
Las niñas, niños y adolescentes no tienen partido, y por ello es urgente construir una agenda conjunta para su bienestar. Ellos deben ser prioridad para el Gabinete de seguridad y para el Estado mexicano.
Es urgente e indispensable fortalecer la coordinación entre todos los órdenes de Gobierno para que la confrontación sea con los criminales y no entre los que pensamos distinto.
Que los “abrazos y no balazos” sean para todas las niñas, niños y adolescentes de nuestro país y, nunca más, para los criminales.