A pesar del Pacto y de la aprehensión de la maestra Elba Esther Gordillo, la realidad es que poco, o nada, ha cambiado la situación económica y social de México.
En materia del empleo y crecimiento, por ejemplo, los resultados son peores que los del año pasado, no obstante que se aprobó la reforma laboral.
Según los datos del Seguro Social, durante los últimos siete meses del año apenas se crearon 300 mil empleos. Es decir, apenas un 66 por ciento de los que se crearon en igual lapso el año pasado.
Y respecto del crecimiento económico, la cosa está igual o peor. La expectativa del 3.5 por ciento que tenía el gobierno de Enrique Peña Nieto al iniciar el sexenio, ayer se redujo a la mitad.
Según el equipo del secretario de Hacienda, si bien nos va llegaremos a un 1.8 por ciento.
Obviamente que muchos ya empezaron a echarle la culpa a Luis Videgaray, arguyendo que el bajo crecimiento económico fue consecuencia de su afán de controlar el gasto.
Sostienen que hubiera sido mejor ratificar a José Meade en el cargo de Secretario de Hacienda, porque además de ser priista de hueso colorado, el potosino fue un factor fundamental para que México pudiera alcanzar un crecimiento del 3.92 por ciento en el último año de Felipe Calderón.
Saldrá a las calles
En las últimas 48 horas Cuauhtémoc Cárdenas se ha dedicado a propalar por viento, mar y tierra tres cosas:
La primera: que si viviera Tata Lázaro no estaría de acuerdo con la reforma propuesta por Enrique Peña Nieto.
La segunda: que se dedicará por completo a luchar contra la pretensión gubernamental de que se hagan reformas a la Constitución.
Y la tercera: que su lucha no se limitará a una mera consulta ciudadana, sino que también tomará la calle si se hace necesario.
Con esos pronunciamientos, al hijo del General ya solo le faltaría anunciar que renunciará al PRD y que se afiliará a Morena, si Jesús Zambrano no se sale del Pacto.
El apoyo de 32
Como que a los estrategas de las reformas no les cae muy bien el veinte que lo que sobra es el apoyo de la clase política, y lo que falta es el respaldo popular para llevar a feliz puerto las reformas.
Y es que por muy importantes que sean los gobernadores de los estados solamente son 32 personas las que están en la Conago.
Hace falta convencer como a unos 60 millones más, por lo menos.