Seguramente a estas alturas Andrés Granier ya se habrá dado cuenta que la decisión de haber regresado a México fue un tremendo error de cálculo político, que ya le está costando su libertad.
Estaba claro que si el presidente del PRI César Camacho ya había juzgado y sentenciado públicamente al exgobernador de Tabasco, eso quería decir que la figura de Granier ya no tenía ningún valor para el PRI, como tampoco para Enrique Peña Nieto.
De tal suerte que la consecuencia lógica sería que la orden de aprehensión fuera una cuestión de mero trámite.
Y así fue. Andrés Granier fue virtualmente aprehendido ayer no por ser un presunto responsable de haber cometido el delito de peculado en contra del erario de Tabasco, sino por su presunta responsabilidad en los delitos de lavado de dinero y defraudación fiscal.
Una vez que el PRI ha demostrado que no tienen ningún interés en proteger a Granier, por más que sea uno de los suyos, el gobierno de Peña Nieto podrá enjuiciar a los exgobernadores de otros partidos, sin que se le acuse de partidizar la justicia.
O lo que es lo mismo, “si la perra es brava, hasta a los de casa muerde”.
Casualidad o no, el grupo parlamentario del PRI de Guanajuato presentó ayer una denuncia ante la PGR contra el exgobernador Juan Manuel Oliva, panista.
Mancera a favor de la reforma
Habrá que estar muy atentos al proyecto de reforma energética “modernizadora” de Cuauhtémoc Cárdenas.
Los mal pensados creen que la iniciativa del hijo del general Cárdenas no tiene otro objetivo que legitimar el proyecto de privatizar o “modernizar” las actividades petroleras, de Enrique Peña Nieto, desde la “izquierda”.
Argumentan que la mejor prueba de este apoyo a Peña Nieto será la presencia del jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera en el foro de hoy.
En retirada
Después de la filtración que exhibió los desvíos de Ernesto Cordero, y que algunos atribuyen a Gustavo Madero, el senador Roberto Gil sacó la bandera blanca.
Según el exsecretario particular de Felipe Calderón, los calderonistas “han declarado unilateralmente un cese de hostilidades”.
No vaya a ser que el gobierno federal, con tal de apuntalar a Madero, filtre por ahí algunas otras cosas para apaciguar o disciplinar, a los rebeldes.
