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Del inconsciente colectivo al Yo lo creo

Hace poco atestiguamos la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de la República, en paralelo observamos los destrozos realizados por el regreso del PRI al poder, causados desde afuera del gobierno o en sus entrañas más retorcidas.

También conocimos a las mujeres y hombres del nuevo gabinete. De sus despachos saldrán, en buena medida, muchos de los asuntos clave para el futuro del país. 

Hace poco atestiguamos la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de la República, en paralelo observamos los destrozos realizados por el regreso del PRI al poder, causados desde afuera del gobierno o en sus entrañas más retorcidas.

También conocimos a las mujeres y hombres del nuevo gabinete. De sus despachos saldrán, en buena medida, muchos de los asuntos clave para el futuro del país. 

Del corredor político, pasamos al cuadrilatero en el hotel MGM de Las Vegas y a la euforia colectiva tras la esperada victoria de Juan Manuel Márquez sobre su némesis filipino.

Transitamos súbitamente al pesar provocado por el inconsciente colectivo, detonado en redes sociales y reforzado en medios tradicionales, después de conocer la muerte de la cantante Jenni Rivera.

Hasta el fervor religioso de hoy, un día importante para los fieles católicos en México; como cada año, millones pasarán por la Basílica de Guadalupe a rendir tributo a una de las deidades más adoradas del mundo. 

Otras decenas de millones verán por TV la tradicional misa y las mañanitas, transmitidas por las dos principales cadenas.

Atrapados en una espiral ascendente de emociones baratas, resulta conveniente escuchar y ver testimonios de “carne y hueso”. De mexicanos que buscan ser chingones.

“Yo lo creo” es el nuevo proyecto de Los Pando. Tisa, Daniel y Santiago entregan su tercer película de vida, después de “Creer es crear” y “Artesanos”.

Hecha de modo artesanal, con fotografía, guión, producción y dirección de Los Pando, “Yo lo creo” confirma que existe un México que no sale en las noticias de “última hora”, que no está en guerra y que no tiene partido político, pero que es un estado latente.

El mensaje propuesto es un abrazo en las diferencias y en las coincidencias. Una mirada esférica donde convergen 86 puntos de vista de distintos actores sociales que buscan un fin común: Unir los puntos para hacer visible la red invisible del corazón que somos todos.

Don Lorenzo Servitje, Javier Sicilia, Alejandro Martí, Ana Serradilla, Chepo de la Torre, Francisco Martín Moreno, Laura Esquivel, el escultor Jorge Marín, Diego Herrera de Caifanes, Tito Fuentes y Paco Ayala de Molotov, Marina de Tavira, los creadores de “Presunto Culpable”, Trino el monero, los cineastas Carlos Bolado y Fernando Sariñana, son algunas de las voces que integran la melodía de “Yo lo creo”.

Un trabajo audiovisual que puede ayudarnos a cambiar la mirada colectiva. Porque, de acuerdo a lo presentado en la película, cuando cambiamos la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma.

Después de todo, si cambiamos nuestro estado de ánimo con la entrada de una nueva administración pública, con una pelea de box y con un lamentable accidente aéreo, por qué no darle oportunidad a una película que no lleva mensaje “aleccionador”, sino vivencial.

El lanzamiento mundial se realizará el 21 de diciembre 2012, a través de Reporte Indigo, Google y redes sociales. Yo lo creo.

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Cuando Enrique Peña Nieto dice en uno de los spots que enmarcan la campaña de su segundo informe de Gobierno: “De ser un país detenido, nos transformamos en un país con un paquete de reformas audaz, reconocido por el mundo”, argumenta que México se mueve. ¿Hacia dónde? No dice, pero según el presidente, el país está en movimiento.

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Durante el gobierno de Ernesto Zedillo se estrenó “La ley de Herodes”, filme en el que Luis Estrada realizó una crítica directa al PRI-Gobierno que llevaba en el poder más de 70 años.

Antes de esta cinta era impensable que en una película mexicana retratara, de forma tan explícita, el modus operandi de la política mexicana: “O te chingas o te jodes”.

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Enrique Peña Nieto puede ser tildado de muchos adjetivos, pero hay uno del que no ha sido ni será calificado: gris. No es un personaje inadvertido en la historia de nuestro país.

Las reformas que su Gobierno planteó desde campaña, y que la mayoría se han concretado a menos de dos años de gestión, son tan impactantes para la vida social y política de México como lo fue en su momento la expropiación petrolera de 1938.