Las cosas en el Issste se podrían poner color de hormiga. Para nadie es desconocido que desacatar a la máxima autoridad en materia judicial, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), puede ser un entierro político.
Pues bueno, hace un par de semanas la SCJN destituyó a Alfonso Macías como delegado del Issste en Nuevo León por no haber atendido con prontitud y precisión las demandas de los trabajadores que solicitaron su proceso de jubilación. La misma situación pasa en otros estados y pronto se conocerán nuevas destituciones.
Ahora resulta que el enviado de Sebastián Lerdo de Tejada, el mandamás de la institución encargada de brindar salud a los burócratas, es poco menos que un holograma en el estado norteño. Braulio Aguirre, como apenas muy pocos saben que se llama, no hace las funciones que le fueron encargadas. Y es que no es porque él no quiera cumplir con su trabajo, sino porque Macías sigue utilizando el vehículo asignado, los celulares, sigue mandado correos electrónicos y dando órdenes. ¿Tiene conocimiento la SCJN que se pasan por el arco del triunfo una decisión de su pleno?
En México ¿Podemos?
En España el partido Podemos tardó tan solo cuatro meses, durante el 2014, en convertirse en una auténtica oferta electoral. Al grado de que, con polémica al respecto, ya se pelea el segundo lugar en la preferencia de votos.
¿Qué hizo ese partido en tan poco tiempo para ser una alternativa? Pues resulta fácil la respuesta, se dedicó a criticar los errores de los otros partidos como el PSOE y el PP.
Como ya lo habíamos dicho en este medio, Movimiento de Regeneración Nacional, de Andrés Manuel López Obrador, está siguiendo la misma estrategia. Y aunque acá se han tardado mucho más que en la madre patria, tendremos que aceptar que ayer fue reconocida en la Cámara de Diputados la bancada de Morena.
Esta lucha la inició Ricardo Monreal, entonces coordinador de Movimiento Ciudadano y hoy candidato a gobernar una de las delegaciones más importantes del Distrito Federal –la Cuauhtémoc– y con posibilidades de ganar.
Práctica perredista
Se está volviendo ya común que los perredistas metan a escondidas y a la fuerza a los compañeros de partido al Palacio Legislativo de San Lázaro.
Fue un escándalo que la diputada Mary Thelma Guajardo introdujera a la casa de las leyes al polémico Julio César Godoy Toscano. La práctica sigue vigente.
Ayer, aunque a las laxas autoridades de seguridad de la Cámara baja les pidieron que no entrara, el ex jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, pudo pasar.
La astucia en esta ocasión se le puede acreditar al diputado Mario Carrillo Huerta. Debe ser difícil para un ex jefe de Gobierno pasar de incógnito a un lugar como la Cámara de Diputados, pero más difícil debe ser par el jefe de seguridad de ese recinto el no poder cumplir dos veces con una orden.