Desbandada en el PAN

Gustavo Madero se quedó corto en sus pronósticos de la desbandada del PAN. 

El PAN quedó reducido al 20 por ciento de lo que era antes de que concluyera el proceso de reafiliación y no al 50 por ciento que calculaba.

Casi un millón y medio de panistas, entre militantes y adherentes dejaron de serlo automáticamente a partir del 14 de diciembre del año pasado, cuando concluyó el proceso de reafiliación.

En el padrón solo quedaron unos 380 mil albiazules, entre los que, por cierto, ya no se encuentra el ex presidente Vicente Fox Quesada.

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Gustavo Madero se quedó corto en sus pronósticos de la desbandada del PAN. 

El PAN quedó reducido al 20 por ciento de lo que era antes de que concluyera el proceso de reafiliación y no al 50 por ciento que calculaba.

Casi un millón y medio de panistas, entre militantes y adherentes dejaron de serlo automáticamente a partir del 14 de diciembre del año pasado, cuando concluyó el proceso de reafiliación.

En el padrón solo quedaron unos 380 mil albiazules, entre los que, por cierto, ya no se encuentra el ex presidente Vicente Fox Quesada.

El guanajuatense le ahorró a sus excorreligionarios la vergonzosa tarea de expulsarlo por alta traición.

Aunque después de la histórica desbandada, el PAN ya no es ni la sombra de lo que llegó a ser, hay quien asegura que el proceso todavía podría llegar a ser peor. 

Todo apunta a que los calderonistas, no contentos de haber provocado la deserción masiva del millón y medio de panistas, ahora pretenden adueñarse de la franquicia en contra de la mayoría que todavía permanece en el PAN. 

Ignoran al sub Marcos

A diferencia de lo ocurrido el 1 de enero de 1994, esta vez el subcomandante Marcos apenas  logró llamar la atención,  a pesar de la emisión de sus tres larguísimos comunicados de fin de año. 

Enrique Peña Nieto ni siquiera acusó recibo de los tres comunicados, a diferencia Vicente Fox, que cometió el error de resucitar al movimiento de Rafael Sebastián Guillen. 

El presidente de México recibió tranquilamente el 2013 jugando golf en el resort Tres Vidas de Acapulco,  propiedad del empresario y político regiomontano Alberto Santos de Hoyos.

Que sí está enfermo

Los legionarios de Cristo informaron ayer que su director general, Álvaro Corcuera, relevado de sus funciones hace meses, fue internado en un hospital de Hartford, Connecticut. 

El comunicado de la otrora poderosísima Legión informa que los médicos le descubrieron una “masa anormal en el cerebro”.

Podría ser que el sucesor de Marcial Maciel “fuera operado pronto.”

Probablemente con este anuncio se despejen las dudas que tenían algunos sobre si la renuncia de Corcuera a continuar en su cargo por motivos de salud, no había sido un mero pretexto. 

Sin embargo, nos reportan desde el interior de la Legión, que más allá del estado de salud del superior general de los Legionarios, la que está todavía más enferma que Corcuera es la organización religiosa. 

Al interior de la Congregación no han parado las pugnas y las recriminaciones por el silencio cómplice de algunos que, como Corcuera, encubrieron por años las perversidades del fundador. 

Además de estos problemas, otra de las graves dolencias de la Legión es la caída vertiginosa que han tenido sus  ingresos. 

Con el Jesús en la boca

Las complicaciones de última hora para resolver el problema del precipicio fiscal de Estados Unidos  tienen en vilo al gabinete económico de Enrique Peña Nieto.

Y es que si se reduce drásticamente el crecimiento económico del país vecino, a la economía mexicana le iría todavía peor.

La situación económica terminaría por contaminar la situación política y la popularidad del nuevo gobierno.

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