Desde mi palco: El Código Lauda

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
Comparte esta nota

Abordar a Niki Lauda nunca fue fácil si no le eras familiar, el acercarte a él era un volado, se detenía o pasaba de largo ignorándote, ya abierta la comunicación venía el tema del micrófono que lo ponía en guardia, la primera ocasión que pude abordarlo fue en 1984 gracias a las gestiones de mis amigos de Marlboro que entonces le patrocinaban, Niki Lauda y Alain Prost vinieron a México en el mes de Julio en un viaje de promoción para la marca de camino al Gran Premio de Estados Unidos, a celebrarse en el Circuito callejero de Dallas.

PILOTO DE AVIONES

Niki Lauda venía piloteando su propio Jet acompañado por Alain Prost, su compañero en la Escudería Marlboro McLaren, a la que había llegado precisamente en esa temporada en sustitución del irlandés John Watson, Lauda se había incorporado en 1982 después de 3 años de retiro que resultó temporal por varias razones, su pasión por la F1, sus deseos de triunfo y hasta revancha, además de los problemas económicos de su Aerolínea Lauda Air.

SE FUE MUY MOLESTO

La cita para platicar con ambos pilotos se pactó en el Hotel Camino Real de la Colonia Anzures, solo se admitieron dos o tres entrevistas, fui el último para tener más tiempo, ya que de ahí partiría rumbo a Televisa en Chapultepec 18 para una entrevista con mi Maestro Jacobo Zabludovsky, que entonces estaba en su apogeo.

Aquella era una de mis primeras entrevistas con grandes figuras para Imevisión, hoy TV Azteca, la única instrucción por parte de MarlboroMcLaren fue: “Prohibido hablar de su accidente y menos de sus cicatrices, Nikki lo exige como condición para sentarse aquí contigo…”

Terminada mi entrevista con Niki Lauda y Alain Prost se los llevaron de prisa para acudir con Jacobo en su Noticiero 24 Horas, nosotros nos quedamos en el coctel que daba Marlboro y a la hora del Noticiero lo pusieron en pantallas gigantes, los dos pilotos sentados frente al escritorio de Jacobo y una voz en off traduciendo, después de una presentación breve, Jacobo platica algo con Prost y cuando se dirige a Niki Lauda lo primero que le pregunta es por el accidente y las cicatrices en su cara, Niki molesto busca a su manager con la vista, balbucea una respuesta, se queda callado, la entrevista termina y se ve en la toma de salida el disgusto de Lauda que se levanta sin despedirse, choque de estilos, Jacobo y Lauda, todo lo vimos anonadados en esas pantallas gigantes.

EL CÓDIGO LAUDA

Ese “Código Lauda” lo tuve presente cada una de las ocasiones que pude platicar con él a lo largo de los años, ya fuera con micrófono o sin el.

Cuando Lauda sentía que conocías del tema su mirada y hasta su sonrisa te lo decían, muchas fueron sus respuestas especiales con frases que resumían el tema tratado, recuerdo aquella de: “Las carreras se ganan a la menor velocidad posible”, o sus comentarios ácidos a los reglamentos de los últimos años en donde se oponía al avance de la telemetría por encima de las facultades de los pilotos.

Alguna vez me escuchó iniciar una entrevista con él en español, palabras más, palabras menos: “Aquí con el piloto leyenda Niki Lauda…”, Niki interrumpió mi pregunta en inglés diciéndome: “No soy Leyenda, esos son los que ya murieron…”, y ahí continuamos.

Bienvenido a tu leyenda Niki Lauda, para mí, uno de los cinco mejores pilotos de siempre… así de fácil…

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil