La Copa Oro entrega un revulsivo que nos saca a todos del agua tibia de lo predecible, el equipo de Haití se quita de complejos, saca la casta y le pone al aburguesado equipo de Costa Rica una lección más allá del fut, al percibir el conformismo e indolencia en los Ticos los Haitianos le ponen “güevos” pues, para darle la vuelta al uno a cero en contra y así arrebatarles de las manos el primer lugar del Grupo, que de arranque hasta decían que era “suyo”, y de paso darle un vuelco emocionante e inesperado que le da vida a la hasta ayer predecible Copa Oro.
NADA DE TEMORES
El resultado afecta de rebote a Nuestro Tri que ya hasta estudiaba a Haití como rival en cuartos de final, la soberbia y conformismo pasan factura a Costa Rica y para nosotros una lección a estudiar, las camisetas no juegan solas y nadie gana un partido sin jugarlo.
Costa Rica llegó a la Copa Oro como uno de los favoritos junto con Estados Unidos y los nuestros, lo que de ninguna manera debe tomarse como mala noticia o hasta “mala suerte”, por el contrario, se nos presenta una gran oportunidad de incrementar el valor de las probables victorias, enfrentando de una buena vez a uno de los equipos con jerarquía (es lo que hay) en Concacaf, al mismo tiempo que la lección recibida por los Ticos, que por cierto ya nos ha ocurrido, debe aprenderse, no hay rivales fáciles ni pequeños como para menospreciarlos o ganarles “caminando”.
ERRORES COSTOSOS
Para alzar la Copa Oro hay que ganarle al que se ponga enfrente, por esto el enojo del “Tata” Martino después del juego ante Martinica, un partido que se ganaba de calle se complica por injustificables errores defensivos, al final la victoria es lo que cuenta, pero no por eso hay que minimizar estas fallas que fueron derechito al marcador. Así las cosas pues, el viejo refrán es contundente después de ver lo que le sucedió a Costa Rica: “Cuando veas las barbas de tu vecino cortar… pon las tuyas a remojar”… así de fácil…