La tentación

Aunque a algunos diputados ya se les cuecen las habas por revivir el llamado “fondo de los moches”, lo cierto es que está muy difícil que pueda haber dinero para que cada uno de los 500 etiquete recursos para sus municipios. Desde la Comisión de Presupuesto, presidida por el priista Alfredo del Mazo, ya se hizo un llamado a los congresistas para que -¡por favor!- no hagan promesas de apoyar a nadie.

 

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Aunque a algunos diputados ya se les cuecen las habas por revivir el llamado “fondo de los moches”, lo cierto es que está muy difícil que pueda haber dinero para que cada uno de los 500 etiquete recursos para sus municipios. Desde la Comisión de Presupuesto, presidida por el priista Alfredo del Mazo, ya se hizo un llamado a los congresistas para que -¡por favor!- no hagan promesas de apoyar a nadie.

 

Lo cálculos les dan para que, si acaso, se dé dinero a algunas obras que ya estén en construcción y necesiten un impulso para ser concluidas. Ya en estos días las oficinas de los legisladores se llenarán de alcaldes que buscan recursos para sus municipios… habrá que ver cuántos diputados soportan la tentación de perder la posibilidad de mandar dinero a las comunidades y recibir, quizá, un mochecito a cambio.

 

En casa del herrero…

 

Bien dicen que los políticos mexicanos le piden a sus adversarios lo que no hacen ellos en sus propios partidos. Tal es el caso del joven perredista Sergio Leyva, quien anda muy movido pidiendo que se recorte en el Presupuesto de Egresos todo gasto superfluo, ostentoso y frívolo. Buena propuesta, sin duda, pero si uno le echa un ojo a los gastos de la Secretaría de Juventud, de la que es titular, verá que en casa del herrero, azadón de palo. Por ejemplo: medio millón de pesos en “propaganda utilitaria” o en un año un millón 200 mil pesos nada más de su salario anual.

 

Lo barato sale…

 

Al joven Luis Fernando Sotelo lo sentenciaron a 33 años de prisión. El estudiante que incendió una unidad del Metrobús -el 5 de noviembre de 2015- al sur de la Ciudad de México le espera una larga y sinuosa condena por una protesta que realizó en favor de los estudiantes de Ayotzinapa. La otra veintena de jóvenes que protestaron están libres, vivitos y coleando. Ahora sí que el que pagó los platos rotos con su juventud es Luis Fernando. Salió cara la protesta.

 
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