Digan lo que digan sus críticos, el testimonio de los senadores Javier Corral y Ernesto Ruffo quedará para la historia como de congruencia y dignidad.
Y es que más allá que uno esté a favor o en contra con el sentido del voto de ambos senadores, lo cierto es que a estos legisladores no se les puede acusar de mentirosos.
Javier Corral Jurado, por ejemplo, citó textualmente el incumplido compromiso 54 del Pacto por México, en el que el presidente Peña Nieto y Gustavo Madero se comprometieron a mantener en manos del Estado la propiedad de los hidrocarburos y de Pemex como empresa pública, y que en todos los casos la nación recibirá la totalidad de la producción de hidrocarburos.
De acuerdo con lo dispuesto el cuarto transitorio, ese compromiso no se cumplirá.
Hasta dentro de cinco años
Si es cierto que hasta dentro de cinco años se empezarán a ver los efectos de las reformas, como lo asegura el panista Gustavo Madero, el procurador federal del Consumidor, Alfredo Castillo, debería sacar del aire los spots gubernamentales que ofrecen que la reforma energética bajará el precio del gas y de la electricidad porque no dicen que esto sucederá, si es que sucede, hasta dentro de cinco años.
Milagros, a la villa
Si Los Chuchos creen que dándole vueltas a la columna del Ángel podrán lograr el milagro de que una Consulta Nacional revertirá la reforma energética aprobada en el Senado, más les vale que como hombres que creen en los milagros, se organicen urgentemente una peregrinación a la Villa de Guadalupe.
Y con mayor razón hoy que es 12 de diciembre.
Una vez que las poderosas compañías extranjeras suscriban sus respectivos contratos de licencia, no habrá poder humano que pueda revertir la privatización energética.
Como en la guerra de los pasteles, las potencias extranjeras nos doblarían las manos en cinco minutos si México no cumpliera con los contratos de licencia.
De que la perra es brava…
Con todo y que al final se disciplinó el líder del Sindicato Petrolero, Carlos Romero Deschamps, es posible que sus días al frente del sindicato estén contados.
Y es que se esperaba que el líder sindical no hiciera gestos cuando le notificaran que el sindicato ya no tendría representantes en el Consejo de Pemex.
Mucho menos, que se ausentara del Senado.