Da la impresión que la captura de los Abarca Pineda en poco o casi nada contribuyó para lograr la distensión social que todo mundo hubiera querido.
Y es que después de las larguísimas declaraciones de los inculpados, no se dio ninguna información adicional sobre el posible paradero de los estudiantes de Ayotzinapa.
En cambio lo que acaparó la atención fue la segunda marcha de protesta que volvió a atiborrar el Zócalo.
Algo tendrán que hacer los responsables de las estrategias de comunicación del gobierno para mandar algunas señales que ayuden a mejorar la percepción.
Siguen sin creer
Como comentamos ayer, los que no creen que la detención de los Abarca fue como dicen que fue, siguen creciendo. Lo peor del caso es que entre los incrédulos también hay algunos funcionarios de gobierno, como Jesus Valencia, quien es el jefe delegacional de Iztapalapa.
Entrevistado por Carmen Aristegui, el perredista lanzó literalmente varias preguntas al aire.
¿Por qué no se aseguraron las casas y dejan libremente que todo mundo entre?”
¿Por qué José Luis Abarca estaba vestido de traje?
¿Por qué los diversos cambios de ropa de María de los Ángeles Pineda?
Y por si esto fuera poco, el jefe delegacional afirma que los vecinos le reportan que no escucharon nada.
Adicionalmente a estas dudas se siguen agregando otras.
¿Quién es el autor del video que subió a la red “Rosa Castro” y en el que se muestran escenas evidentemente editadas.
Ojalá alguna autoridad saliera a aclarar las sospechas y dudas, como las que expresó Jesús Valencia.
Confusión
El que resultó ser toda una revelación en el arte de la confusión, es el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega.
En el noticiero de televisión de Carlos Loret de Mola el gobernador dijo que hay indicios de que los estudiantes pudieran estar vivos.
El gobernador dijo que tiene informes de que los estudiantes pudieron haber estado por los municipios de Teloloapan y que después los trasladaron a Cuetzalan, en donde finalmente los dividieron en grupos.
¿Qué más sabe el gobernador de Guerrero que no sepan las autoridades federales?
Por si no faltaran problemas
Por si el horno no estuviera ya de por sí caliente, ayer un comando armado se apersonó en el principal mercado de Irapuato para dejarle un caja y una amenaza al alcalde panista Sixto Setina.
Habrá que decir que en esta ciudad jamás había acontecido nada parecido.