¿Qué decir que no se haya dicho ya de “El gran Lebowski”? esa comedia negra de 1998 que sigue vigente, que ha marcado la cultura pop en los últimos 20 años, inmortalizó el personaje de el Dude por Jeff Bridges, entre muchas otras virtudes que le impregnaron los hermanos Coen.
Una comedia de enredos que se tergiversa por una situación que en verdad resulta inverosímil: la confusión de dos extorsionadores que buscan a Jeffrey Lebowski, pero encuentran al hombre equivocado y como es que este buscará por su propia cuenta encontrar a su tocayo para que pague el daño que los maleantes le han hecho, orinar su alfombra.
Esta espiral en la que se envuelve Jeff “El Dude” Lebowski, solo le hará más complicada la vida y alejándose de obtener una compensación por su tapiz, pero ¿qué más tiene que perder este hombre que es una lacra social y que se encuentra sin empleo formal?
Bridges se comprometió tanto con su personaje que prácticamente toda la ropa que usaba era suya, incluidas las chanclas con las que anda de aquí para allá en la cinta; cada que iba a filmar una escena le preguntaba a los directores si es que en ese momento Lebowski se encontraba bajo la influencia de la mariguana, de ser afirmativo, el actor se frotaba los ojos para que quedaran rojos y listos para la toma en cuestión.
A pesar de que este ha sido un gran éxito en taquilla, convirtiéndolo en un filme de culto y del que todavía se hacen funciones de medianoche en Estados Unidos donde sus fanáticos se disfrazan como los personajes, los Coen se han negado a toda posibilidad de hacer una secuela.
Es tanta la fascinación que existe en torno al personaje del Dude que hay un movimiento religioso llamado Dudeísmo, la cual fue fundada en 2005 por Oliver Benjamin en Tailandia, el creador de esta doctrina se autonombró el “Dudely Lama” y el título oficial de esta corriente es “The Church of the Latter-Day Dude”.
En el año 2002 en Louisville, Kentucky se realizó el primer Lebowski Fest en el que también se proyecta la película, se juega boliche y hay música en vivo. Se ha rotado en ciudades Estadounidenses como Nueva York, Las Vegas, Los Ángeles, Austin, entre otras.
Inclusive los actores del largometraje han llegado a asistir al festival, Bridges cantó en Los Ángeles en 2005 el tema con el que abre la cinta “The man in me” de Bob Dylan y regresó con el resto del reparto en 2011 en la edición de Nueva York.
Por estas razones y más es que el Dude sigue presente, quienes han visto el filme pueden afirmarlo, solo falta volver a “El gran Lebowski” a carcajada suelta y seguir el enigma de su irreverente comicidad.