¡Presidente! ¡Presidente! ¡Presidente! fue el grito con el que recibieron los estudiantes del Tec de Monterrey a un conmovido Andrés Manuel López Obrador.
El candidato presidencial del Movimiento Progresista tuvo una tarde redonda ayer donde logró hacer una gran faena en lo que se percibe como la cuna del conservadurismo en México: el Tec de Monterrey.
Mejor round de sombra no pudo tener el tabasqueño rumbo al debate del próximo domingo, donde enfrentará a los otros tres candidatos a la Presidencia de la República.
Se fajó bien y bonito en su territorio y en una plaza, que en principio no parecía serle propicia.Pero que va, salió vitoreado y cargado a hombros por los presentes.
Y es que salió avante a pesar de las embestidas de los presentes que le cuestionaron de todo.
No se inmutó ni cuando lo pusieron contra las cuerdas y le preguntaron si él iba a nacionalizar alguna industria, como lo han hecho Hugo Chávez en Venezuela o Cristina Fernández en Argentina.
Y contestó enfático: No, no lo haré. Que nadie tema que lo voy a expropiar.
Y la reacción del público no se hizo esperar al dedicarle aplausos cada vez que atacaba al gobierno corrupto, faraónico, mantenido y bueno para nada.
Con un guión bien armado, fruto de su experiencia y buena memoria, López Obrador lució dominador en el coso del Auditorio Luis Elizondo demostrando que en cualquier ruedo puede presentarse.
Nada de telempromters, ni tarjetas informativas. El tabasqueño se aventó de su ronco pecho su discurso y conquistó al respetable con frases afortunadas y promesas de honestidad y amor.
Al final clavó la espada en el tema que más le duele a todos los mexicanos: la inseguridad.
Prometió convertir a Monterrey en la sede de la República cada 15 días, donde se asentará el gabinete de seguridad pública para darle una lucha frontal al crimen organizado.
Quién iba a pensar que la casa de estudios que fundó don Eugenio Garza Sada iba a recibir un día con aplausos y vítores a un abanderado de la izquierda.
Aunque en el fondo, las propuestas sociales que promovió en su tiempo el ilustre empresario regiomontano y por las que hoy apuesta el tabasqueño tienen mucho en común. Bien por el Tec.
Y el corte de orejas y rabo de Andrés Manuel contrasta con la ausencia en el Tec de Enrique Peña Nieto, quien canceló, y Josefina Vázquez Mota, quien no prendió.
Debate de pantalla
Quien no quita el dedo del reglón es Ricardo Monreal, coordinador de la campaña del Movimiento Progresista.
Se espera que en las próximas horas acuda al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para presentar una demanda para exigir que el debate presidencial se transmita en cadena nacional.
La jugada de Monreal se basa en que se está violando el Derecho a la Información que tenemos todos los mexicanos.
La idea detrás de su argumentación es que en muchas lugares del territorio nacional no se ven todos los canales y aquellos que tienen una cobertura nacional, sintonícese el 2 de Televisa y 13 de TV Azteca, no tienen programado el encuentro de los candidatos.
Habrá que ver qué responde el Tribunal al ex gobernador zacatecano porque no hay ninguna ley que castigue a las televisoras si no realizan la cobertura. Están en su derecho, aunque moralmente nos fallen.
Por otro lado, si se le da la vuelta al asunto, la pifia viene del IFE, que no previó con anticipación esta situación y no compró el tiempo para garantizar la transmisión.
Aunque ahora Monreal diga que se están violando las garantías individuales y, ¡sopas!, los derechos humanos.
Ahora sí que si tienes tele, ahí te ves.