Ciertamente que todos estamos de acuerdo en que lo ocurrido en Iguala, Guerrero, es indignante, doloroso, e inaceptable, y no debe caber impunidad alguna, como bien dijo el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
La investigación debe de ser profunda, cuidadosa y detallada, para conocer el verdadero móvil.
No basta la mera explicación de que la policía municipal de Iguala fue infiltrada por la delincuencia organizada.
Como tampoco basta la explicación, que han dado las autoridades de Guerrero, que un individuo miembro de la banda Guerreros Unidos al que supuestamente lo conocen como “El Chuky”, de pronto se le ocurrió la idea de dar la orden para asesinar a los 22 jóvenes normalistas.
Y es que esas explicaciones, dichas así nomás como así, carecen de total lógica y sentido si no se nos explican antes los motivos que pudieran haber tenido los asesinos para acabar con la vida de estos pobres muchachos.
Tal y como se han relatado los hechos, no tiene ninguna lógica que un grupo de policías municipales le disparara a los jóvenes, y que después aprehendieran a los sobrevivientes para entregarlos a los sicarios.
A no ser que algunos malosos tengan lo intención de construir escenarios de terror y macabras puestas de escena para vender la idea, dentro y fuera del país, de que desde que se fue Felipe Calderón no hay capacidad para someter a la delincuencia organizada.
Si este ha sido el propósito, ya lo están logrando.
Ahí están, por ejemplo, las declaraciones precipitadas del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, quien dijo que estos asesinatos ratifican “que todavía estamos muy lejos de un estado de cosas que permita relajar la guardia en materia de seguridad pública”, como si el gobierno del presidente Peña Nieto ya la hubiera bajado o tuviera la intención de hacerlo.
Se va quedando solo
Poco a poco el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, se va quedando más solo, sobre todo después del exhorto del presidente Peña Nieto para que asumiera su responsabilidad.
Hasta los perredistas que postularon al expriista para que fuera gobernador, están empezando a considerar que la renuncia de Aguirre pudiera ayudar para aliviar la situación.