No cabe duda de que el discurso de la izquierda a veces peca de ser como una veleta. Todavía se recuerdan aquellos días en que los militantes del sol azteca criticaban a aquellos que se escudaban en las instituciones para defenderse de sus tropelías. Quién diría que ahora son ellos los que dicen que, al atacarlos, se debilita a las instituciones. Así pasa con Jesús Zambrano, hoy líder de la Cámara de Diputados, que niega cualquier responsabilidad en el apoyo otorgado a José Luis Abarca como alcalde de Iguala y dice que, al atacarlo, no lo debilitan a él, sino a la institución que representa. La cuestión es que sus detractores no vienen de fuera, sino del mismo PRD. Si no, que le pregunten a la senadora Padierna, quien hasta dijo que Zambrano había ayudado a Abarca a fugarse. Con esos amigos para que quieren enemigos.
Pateando el pesebre
El Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, está dando muestras de que no sabe dónde está parado. Rompiendo toda la lógica de su partido ya abiertamente golpetea a quienes aspiran a sucederlo, y no a los de la acera de enfrente, sino a los de sus propias filas. La escena que protagonizó regalando una caña de pescar al senador del PRI, Héctor Yunes, parece más uno de esos encontronazos dignos de las tribus perredistas que del partido en el Gobierno. Se olvidó de las formas y del encargo que tiene y prefirió pelearse con un militante tricolor. El gesto a nadie le ha parecido gracioso. Se espera que pronto Duarte empiece a sentir el efecto boomerang. De por sí ya no era muy querido entre las filas priistas, ahora que se comporta como personaje de una sátira política, menos. Si pronto lo ven en problemas, nos dicen, habrá que voltear a ver hacia el Senado.
La comisión más codiciada
Ya están repartidas las tres principales comisiones en la Cámara de Diputados. Presupuesto es para el PRI, Hacienda para el PAN y la de Vigilancia para el PRD. Es ya costumbre que la de Presupuesto, la más codiciada, sea para el grupo mayoritario. Es a través de ese órgano legislativo por donde se reparte el dinero para las entidades en cada negociación presupuestal. Es además un trampolín político para quien la preside, como lo fue para el actual secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Ahora se dice que quien tendrá la oportunidad de llevar la batuta será el tamaulipeco Baltazar Hinojosa, que sabe arrastrar el lápiz y suspira –como muchos otros– con ser gobernador. Ya con menos expectativa se repartirán las otras comisiones, no menos importantes, pero sí menos peleadas. Ahí quien pondrá presión será el independiente Manuel Clouthier, quien desde la toma de protesta advirtió que busca estar en el reparto, para que valga la pena su paso por San Lázaro.