Cualquier país con medios masivos puede contar la misma historia, con la salvedad de que algunos gobiernos sí tienen leyes que crean contrapesos reales.
Estados Unidos no podía ser excepción. El país con el aparato mediático más poderoso e influyente del planeta también cae en tendencias.
Hace unos días se llevo a cabo la entrega de los Emmys, el trofeo que reconoce a lo mejor de la TV norteamericana. El premio principal y el más esperado es el de mejor serie dramática.
En años recientes, la presea se la han llevado producciones como “24”, “The Sopranos” y “Mad Men”. En 2012, la serie ganadora fue “Homeland”, un melodrama producido por Howard Gordon y Alex Gansa, basado en la serie israelí “Hatufim”.
El thriller se desarrolla cuando una agente de la CIA cree que un marino, que fue secuestrado por Al-Qaeda, ahora está del lado enemigo y representa un peligro para la seguridad nacional. Nada más paranoico, pero prototípico de los norteamericanos.
Sucede que el fan #1 de “Homeland” es nada más y nada menos que Barack Obama. El presidente declaró que es su serie favorita y que compró los DVD’s para verlos en la Casa Blanca.
En marzo de este año, Obama recibió a Damian Lewis, Sargento Brody en la producción de TV. Después del encuentro, Lewis declaró al Huffington Post: “Obama es el verdadero hombre americano. Es carismático, impresionante y poderoso”.
En pleno año electoral, la serie ganadora al Mejor Drama en los Emmys, le encanta a “Mr. President”. Este efecto mediático ayuda al candidato Barack Obama a distinguirse como un hombre en sintonía con la gente y con el “pulso” de Estados Unidos.
Algo similar sucedió en 2008, cuando en los festivales de Venecia y Montreal, se estrenó la película “The Hurt Locker”, que en plena contienda por la casa Blanca, resaltaba el “horror” de la guerra contra Iraq.
“The Hurt Locker”, dirigida por Kathryn Bigelow, ex esposa de James Cameron, ganó el Oscar a la mejor película en 2009.
A un mes de las elecciones en EUA, la nueva película de Bigelow se estrena pronto y esta vez apoya abiertamente al presidente Obama.
“Zero Dark Thirty” es una obra de ficción, basada en los hechos que precedieron a la muerte de Osama bin Laden.
La polémica se suscitó cuando varios grupos republicanos demandaron al Pentágono por haberle dado acceso a información clasificada sobre el asesinato de Bin Laden a la directora Kathryn Bigelow y al guionista Mark Boal.
Aunque la cinta se estrena en diciembre, el trailer ya está circulando con todo y su parafernalia en blogs y redes.
Mientras los debates y noticias sofocan a los norteamericanos, tal vez la ficción sea una mejor estrategia para penetrar la psique de un pueblo que entiende buena parte de su realidad a través del espectáculo.