Si Felipe Calderón es increpado por el fracaso de su guerra contra el narcotráfico, la solución es: “busquen a Yarrington”.
Siguiendo la orden presidencial, el gobierno federal emitió en enero de este año una alerta migratoria para impedir que saliera del país el ex gobernador de Tamaulipas.
Y si la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota iba mal. La decisión de Calderón era: “busquen a Yarrington”.
Pero el gobierno federal nunca encontró al ex mandatario estatal, quien hasta concedió entrevistas de radio.
Ahora que el gobierno federal está entrampado por el atentado de la Policía Federal contra presuntos agentes de la CIA, la solución fue, otra vez, “que busquen a Yarrington”.
¿Algún día encontrará Felipe Calderón al ex gobernador de Tamaulipas, o lo seguirá usando como distractor cada vez que surja una crisis?
Los contratos de Delgado
A quienes escucharon la entrevista que Carmen Aristegui le hizo ayer a Mario Delgado, lo único que les quedó claro fue que el ex secretario de Finanzas de Marcelo Ebrard hizo más creíbles las acusaciones que hoy se le hacen al jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Y es que las explicaciones que dio Mario Delgado para desmentir que el gobierno del DF financió ilegalmente a Andrés Manuel López Obrador, fortalecieron las sospechas de que en la adjudicación directa de millonarios contratos hubo gato encerrado.
En un descuido, eso influyó para que los priistas Enrique Álvarez y Alejandro Zapata se animaran a presentar la correspondiente denuncia penal contra quien resulte responsable en el Gobierno del Distrito Federal por el presunto desvío de recursos públicos para financiar la campaña de AMLO.
Una voz en el desierto
El consejero ciudadano Alfredo Figueroa refutó ayer públicamente las “Razones y Fundamentos del IFE” que dio a conocer el secretario ejecutivo Edmundo Jacobo para justificar la suficiencia de la investigación que llevó a cabo el árbitro electoral con el propósito de desechar la queja interpuesta por el PRD.
Quien lea y analice cada uno de los argumentos esgrimidos por Alfredo Figueroa, seguramente concluirá que las razones expuestas por el consejero son más sensatas que las vertidas por Edmundo Jacobo.
La única voz que se ha hecho escuchar en el desierto electoral advierte:
“No me preocupa tener una postura diversa a la mayoritaria o una opinión distinta a la de los integrantes del Consejo General, esto ha ocurrido muchas veces.
“Lo que lamento es el intento, afirmación tras afirmación, por justificar la suficiencia de una investigación insostenible”.
Cuando la perra es brava…
El personal de vigilancia de la Cámara de Diputados se sorprendió al ver que Luis Videgaray, el hombre fuerte de Enrique Peña Nieto, fue recibido por Manlio Fabio Beltrones en una modesta oficina que en algún tiempo fue ocupada por David Penchyna y que se ubica en el sótano del recinto legislativo, no en las lujosas oficinas de la coordinación tricolor conocidas como la pecera.
Y todo porque Francisco Rojas, el coordinador saliente de la bancada priista, cortó toda relación con su sucesor, Manlio Fabio.
Cuando la perra es brava, hasta a los de la casa muerde, dijeron los vigilantes.
