Ella, él, ellos

Para Rei. Incansable guerrera del amor.

El cine actualmente poco sorprende con las historias que narra, las fórmulas se repiten e inclusive se hacen una y otra vez nuevas versiones de películas que ya hemos visto. 

Así, las propuestas audiovisuales que retan a nuestra imaginación, sentimientos o pensamiento se vuelven un aguja a encontrar en un pajar.

Ned Benson debutó con una ópera prima terciaria, ya que realizó una producción que le dio fruto para tres cintas que se convierten en una sola idea: “The Disappearance of Eleanor Rigby”.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Para Rei. Incansable guerrera del amor.

El cine actualmente poco sorprende con las historias que narra, las fórmulas se repiten e inclusive se hacen una y otra vez nuevas versiones de películas que ya hemos visto. 

Así, las propuestas audiovisuales que retan a nuestra imaginación, sentimientos o pensamiento se vuelven un aguja a encontrar en un pajar.

Ned Benson debutó con una ópera prima terciaria, ya que realizó una producción que le dio fruto para tres cintas que se convierten en una sola idea: “The Disappearance of Eleanor Rigby”.

Cuando la actriz Jessica Chastain todavía era una desconocida para Hollywood se acercó al cineasta y participó en “The Westerner”, cortometraje del 2010. 

El joven realizador le propuso participar en su primer filme, pero cuando la actriz revisó el guión ella empujó para que se hiciera toda una narrativa desde la perspectiva de su personaje, lo que dio por resultado dos guiones que contaban una misma historia y por ende dos películas distintas pero iguales en contexto. 

Las ficciones narran la vida de Eleanor Rigby (Chastain) y Conor Ludlow (James McAvoy), quienes son un matrimonio al borde del divorcio.

Sin embargo, en sus recuerdos –flashbacks dentro de las cintas– el amor entre ambos parecía más simple, más sincero, más real, menos absurdo, menos trivial y menos complicado.

Benson las estrenó simultáneamente en el Festival de Cine de Toronto del 2013, y llevan el mismo título pero solo se diferencian en llamarse al final “Her” y “Him” (Ella y Él, en inglés). Ambas recibieron excelentes críticas.

Al verlas, las dos películas parecen un mismo filme, siendo la única diferencia los detalles que suceden en la cotidianeidad de ambos, ya que en la cinta de “Ella”, claramente Eleanor “recuerda” de manera distinta los momentos que tuvo con Conor y viceversa.

Este experimento fílmico muestra cómo visualizamos el amor a través de la individualidad y las experiencias propias. Y cómo creemos recordar un momento, pero cuando ese fragmento de tiempo involucra a otra persona… nos damos cuenta que tal vez estábamos equivocados de cómo sucedieron las cosas.

Después de lanzar comercialmente ambas películas, el director neoyorquino realizó un tercer corte titulado “Them” (Ellos, en inglés), en el que se entretejen las historias individuales de Eleanor y Conor, más sus momentos juntos como pareja.

En cuestiones técnicas, la fotografía es de cámara en mano persiguiendo a sus protagonistas, un soundtrack amable pero con falta de carácter para reforzar la emotividad, y tiene actuaciones conmovedoras que reflejan el dolor a cuadro.

Al final esta trilogía es el resultado de un ensayo audiovisual acerca de las relaciones de pareja, que invita a la reflexión de atesorar lo vivido y dejar el recuerdo en donde pertenece, el pasado.

Si la revolución del cine ha dejado de estar en sus historias, habrá que cambiar el enfoque de cómo nos acercamos a los detalles que encontramos en la cotidianeidad, ahí donde yacen los relatos invisibles que pueden filmarse en ficción de inmortalidad.

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